Es común que muchas localidades españolas compartan límites con países vecinos. Ya sea al norte, limitando con Francia, o al oeste, con Portugal, estos pueblos han vivido en un ambiente internacional que ha dejado una huella profunda en su historia y cultura. Esta convivencia fronteriza les ha brindado peculiaridades interesantes, permitiéndoles fusionar sus costumbres con las de las regiones del otro lado, creando así un tejido cultural único y fascinante. A continuación te dejamos un listado de algunos de los pueblos más bonitos ubicados justo en la frontera.
8A GUARDA, EN PONTEVEDRA, ENTRE LOS PUEBLOS COSTEROS MÁS BELLOS DE GALICIA
A Guarda, situada en el Bajo Miño, se distingue por su peculiaridad de tener una doble frontera acuática: el río Miño y el océano Atlántico. El monte Trega se alza majestuoso entre el Atlántico y el Miño, ofreciendo una de las vistas más impresionantes de las Rías Baixas. Sus casas de colores vivos no pasan desapercibidas, indicando que se trata de un pueblo pesquero muy especial, con vistas panorámicas hacia Portugal, el mar, las montañas y el río.
A Guarda es un destino que combina la belleza natural con la autenticidad de su vida marinera, cautivando a todos aquellos que tienen el placer de visitarlo.