Es común que muchas localidades españolas compartan límites con países vecinos. Ya sea al norte, limitando con Francia, o al oeste, con Portugal, estos pueblos han vivido en un ambiente internacional que ha dejado una huella profunda en su historia y cultura. Esta convivencia fronteriza les ha brindado peculiaridades interesantes, permitiéndoles fusionar sus costumbres con las de las regiones del otro lado, creando así un tejido cultural único y fascinante. A continuación te dejamos un listado de algunos de los pueblos más bonitos ubicados justo en la frontera.
7CRECENTE, EN PONTEVEDRA
Crecente, en Pontevedra, emerge como un lugar sacado de un cuento, con sus tierras fértiles bañadas por las aguas del río Miño. Su historia es rica y palpable, desde la antigua vía romana hasta el camino real, pasando por el imponente Castillo y la Torre de Fornelos, así como la venerable Iglesia de San Pedro y la encantadora Capilla de la Virgen del Camino.
El río Miño no solo enmarca este pintoresco municipio, sino que también le otorga vida, influyendo en su hermosura natural, su deliciosa gastronomía y sus apreciados vinos, así como en el estilo de vida de sus habitantes. Crecente es un tesoro gallego que cautiva a todos los que tienen el privilegio de visitarlo.