Es común que muchas localidades españolas compartan límites con países vecinos. Ya sea al norte, limitando con Francia, o al oeste, con Portugal, estos pueblos han vivido en un ambiente internacional que ha dejado una huella profunda en su historia y cultura. Esta convivencia fronteriza les ha brindado peculiaridades interesantes, permitiéndoles fusionar sus costumbres con las de las regiones del otro lado, creando así un tejido cultural único y fascinante. A continuación te dejamos un listado de algunos de los pueblos más bonitos ubicados justo en la frontera.
11VILAMÒS, EN LLEIDA
Vilamòs, situado en el Vall d’Aran, se encuentra abrazado por la majestuosidad de los Pirineos, a más de 1.200 metros de altitud en la ladera de la montaña de Uishèra. Aunque considerado el primer pueblo del valle, su núcleo original fue destruido por un aguacero. Desde esta privilegiada ubicación, se puede contemplar la imponente silueta del pico Aneto, la montaña más alta de los Pirineos.
Además, en sus alrededores se encuentran el Montlude, los bosques de Sacauva y Peguèra e Sodeveda, así como los impresionantes estanques Long y Redon. Vilamòs es un lugar que cautiva con su belleza natural y su fascinante historia en el corazón de los Pirineos.