Google ha decidido retrasar este año y aplaza hasta 2025 su plan para eliminar gradualmente las cookies, el software que permite a los especialistas en marketing rastrear a los usuarios en nuestro navegador Chrome, por lo que tendremos que esperar hasta un año para librarnos de los anuncios que nos aparecen en nuestro navegador basados en nuestras últimas visitas realizadas a páginas web o en nuestras últimas compras realizadas online.
La medida, que en última instancia transformará la forma en que se dirigen los anuncios a los sitios web, no llegará porque según ha advertido la empresa matriz de Google, Alphabet, a través de una publicación en su blog oficial, todavía está trabajando con la industria publicitaria y los reguladores en el plan, incluida la Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido, que es la que realiza una exhaustiva revisión de las prácticas de Google.
existen desafíos continuos relacionados con la conciliación de comentarios divergentes de la industria, los reguladores y los desarrolladores, y continuaremos colaborando estrechamente con todo el ecosistema
El buscador ha asegurado que espera eliminar las «dichosas» cookies de terceros que a todos nos persiguen y al gigante de internet le proporcionan enormes beneficios, a principios del próximo año, siempre que pueda llegar a un acuerdo con los reguladores.
Desde Google han reconocido que «existen desafíos continuos relacionados con la conciliación de comentarios divergentes de la industria, los reguladores y los desarrolladores, y continuaremos colaborando estrechamente con todo el ecosistema«.
GOOGLE SI QUIERE QUE DESAPAREZCAN LAS COOKIES
Google hablado con editores, comercializadores y reguladores sobre su plan para reemplazar las cookies, que es el software que los comercializadores utilizan para rastrear la actividad online de las personas, y así adaptar los anuncios en consecuencia, a través de una iniciativa conocida como Privacy Sandbox.
La decisión de Google de eliminar gradualmente las cookies se hace eco de las medidas de Apple, que sacudieron el mercado de la publicidad digital en 2021 al restringir el acceso de los anunciantes a los datos de los usuarios en su sistema operativo. Sin embargo, en un momento en que los gigantes tecnológicos se enfrentan a un creciente escrutinio antimonopolio, a algunos expertos les preocupa que la decisión de Google de eliminar las cookies pueda aumentar su poder en el mercado de anuncios digitales, donde ya juega un papel dominante.
Google anunció el pasado mes de mayo de 2023 que iba a ponerse manos a la obra para eliminar las cookies de terceros de manera gradual para el 1% de los usuarios de su navegador Chrome en el primer trimestre de 2024, y se comprometió a continuar con la eliminación a lo largo de la segunda mitad de 2024.
las cookies, que es el software que los comercializadores utilizan para rastrear la actividad online de las personas, y así adaptar los anuncios
Hay que tener en cuenta que los datos que Google recopila mientras navegamos por internet a través de su navegador Chrome son los respaldan la valoración de 1,8 billones de dólares de su empresa matriz, Alphabet, según datos de 2022.
Cuando utilizamos su navegador, el motor de búsqueda o sistema operativo Android, Google rastrea nuestra actividad para crear una imagen de nuestras preferencias e intereses. La información es polvo de oro para los especialistas en marketing de marcas, que la necesitan para dirigir sus anuncios a los consumidores que tienen más probabilidades caer en la tentación de comprar. Así, el papel de Google como intermediario que vincula a los anunciantes online con los compradores le garantiza una gran parte de los presupuestos publicitarios globales.
La empresa también recopila datos para proteger contra fraudes y abusos, personalizar el contenido y mantener y mejorar sus servicios. Los críticos dicen que la gran cantidad de información acumulada por Google, Facebook de Meta y otras plataformas tecnológicas gigantes les dan una ventaja competitiva inexpugnable sobre cualquier otro rival del mercado de internet.
El tema de las cookies ha sido parte de una batalla llevada a cabo por los defensores de la privacidad en el mundo entero, que han intentado limitar su acceso a todo, desde historiales de búsqueda hasta ubicaciones de usuarios, pero con la cookies Google sigue pudiendo monetizar los perfiles digitales de miles de millones de personas.
a algunos expertos les preocupa que la decisión de Google de eliminar las cookies pueda aumentar su poder en el mercado de anuncios digitales, donde ya juega un papel dominante
Ya después de la pandemia hubo grupos de consumidores por todo el mundo queriendo acabar con un software las más de las veces molesto, y bastante manipulador. Ya en 2022 algunos estados de EE.UU. y grupos de consumidores intentaron utilizar los tribunales para forzar cambios. A principios de este mes de abril se supo que Google empezaba a claudicar, y que decidía destruir miles de millones de registros de datos que tenía atesorados de personas en todo el mundo que accedían a internet a través de su navegador Chrome en modo «incógnito».
De esta manera resolvió la demanda que afirmaba que rastreó en secreto el uso de internet de personas que pensaban que estaban navegando de forma privada. La broma le podría suponer a Google un monto económico de más de 7.800 millones de dólares. La decisión se produjo al llegar a un acuerdo en un juzgado norteamericano donde se había presentado una demanda colectiva que se inició hace cuatro años, en 2020, y que ha conseguido abarcar a millones de usuarios del buscador que utilizaban habitualmente la navegación privada, concretamente desde el día 1 de junio de 2016.
En la demanda, los usuarios dejaron claro que no les parecía nada bien que Google retuviera, administrara y utilizara a través de analistas, cookies y todas sus aplicaciones (YouTube, Photos o Google Maps, por ejemplo) sus datos. Los demandantes entendía que el rastreo a las personas que configuran el navegador Chrome de Google en modo «incógnito» y otros navegadores en modo de navegación «privado» era incorrecto.