La batalla contra el desorden: ¿Por qué nos cuesta tanto ordenar? Ordenar la casa es una tarea que, a medida que pasa el tiempo, se vuelve más tediosa y posponemos cada vez más. ¿Te suena familiar? Te sientes abrumado por la cantidad de cosas que hay que recoger y te invade la pereza de pensar por dónde empezar. No estás solo.
3¿Por qué nos cuesta tanto ordenar?
- Falta de motivación: La principal razón por la que nos cuesta ordenar es la falta de motivación. No vemos el beneficio inmediato de hacerlo y preferimos dedicarnos a otras actividades más placenteras.
- Falta de planificación: No tener un plan claro de acción puede llevarnos a sentirnos abrumados y desanimados. Sin saber por dónde empezar, es fácil que caigamos en la procastinación.
- Exceso de pertenencias: Acumulamos demasiadas cosas que no necesitamos o usamos, lo que dificulta la tarea de organizarlas y encontrarles un lugar adecuado.
- Dificultad para deshacernos de las cosas: Nos cuesta desprendernos de objetos que ya no nos sirven o que no nos gustan por razones sentimentales o por miedo a necesitarlos en el futuro.
- Distracciones: Durante el proceso de ordenar, es fácil que nos distraigamos con otras tareas o con objetos que encontramos mientras estamos recogiendo.