Los coches eléctricos son una realidad, y la prueba está en que cada día vemos más vehículos eléctricos en las calles de las ciudades, siendo cada vez más las marcas que están apostando por fabricar coches 100% eléctricos. Además, otra prueba es el número de puntos de recarga, tanto públicos como privados, que se ha triplicado en los últimos años.
Este aumento no es de extrañar si tenemos en cuenta las múltiples ventajas que ofrecen los vehículos eléctricos, destacando principalmente el ahorro económico en combustible y que no generan emisiones de CO2. Pero, al contrario de lo que mucha gente piensa, no son las únicas ventajas, puesto que cada vez hay más beneficios fiscales y subvenciones para acceder a un vehículo con motor eléctrico.
Todo esto está provocando que la movilidad eléctrica no pare de crecer en los últimos años, ensalzándose como una de las medidas más eficaces para reducir las emisiones de CO2 que generan los vehículos de gasolina y diésel, que son unas de las principales culpables de los altos niveles de contaminación que sufrimos a día de hoy.
Y, gran parte de culpa del auge de la movilidad eléctrica la tiene el renting de vehículos eléctricos, que permite hacer uso de un coche con estas características en exclusiva, como si fuera propio, durante un periodo de tiempo determinado, a cambio de una única cuota mensual en la que está todo incluido.
¿Qué es exactamente la movilidad eléctrica?
A todos nos suena y la relacionamos directamente con los coches eléctricos, pero, el término “movilidad eléctrica” engloba a todos aquellos vehículos que utilizan electricidad para desplazarse, no solo los coches, sino también las motos, scooters, bicicletas o patinetes, cuyos motores se alimentan directamente de electricidad.
Al funcionar con electricidad, los vehículos eléctricos son la alternativa más sostenible a la gasolina y el diésel, que son combustibles fósiles que producen importantes daños a nivel medio ambiental, que afectan directamente al cambio climático.
Movilidad eléctrica, ¿qué vehículos engloba?
Dentro de la movilidad eléctrica hay que diferenciar entre vehículos 100% eléctricos e híbridos, cuya principal diferencia está en que los primeros funcionan exclusivamente con batería, mientras que los segundos combinan la carga eléctrica con el combustible.
Y, entre los 100% eléctricos e híbridos encontramos diferentes tipos de vehículos:
Vehículos eléctricos de batería (BEV)
Es como se conoce a los coches 100% eléctricos, que utilizan electricidad que se almacena en unas baterías, que para poder cargarlas, necesitan un punto de recarga que puede ser público o privado.
Vehículos eléctricos con pila de hidrógeno (FCEV)
Son vehículos que utilizan energía renovable para moverse, pero no cuentan con baterías, sino que funcionan con una pila de hidrógeno que produce la energía necesaria para poder mover el vehículo a través de la electrólisis, que es la reacción química que se produce entre el hidrógeno y el oxígeno.
Vehículo híbrido enchufable (PHEV)
Unos de los más populares, los híbridos enchufables tienen un motor de combustión y otro o varios eléctricos, los cuales pueden funcionar de manera independiente, siendo el conductor el que escoja el que desee en cada momento.
Vehículo eléctrico de autonomía extendida (EVER)
Estos vehículos combinan elementos de los eléctricos y de los híbridos enchufables, incluyendo un motor térmico que actúa como generador. Aun así, el motor térmico no impulsa las ruedas ni tiene autonomía, por lo que estos vehículos están considerados como híbridos.
Coches microhíbridos (MHEV)
Son vehículos térmicos que disponen de un asistente eléctrico que les permite recuperar energía, y tan solo tienen una pequeña batería de 48V, que tan solo ofrece ayuda al motor térmico durante momentos clave de la conducción en los que necesita apoyo, ya sea porque no cuenta con la fuerza suficiente, o para reducir esfuerzos al motor. La principal diferencia frente a los híbridos está en que no pueden funcionar como un coche 100% eléctrico de forma independiente.
Principales ventajas de los vehículos eléctricos
Las mayores ventajas de los vehículos eléctricos son el ahorro en combustible, puesto que el precio de carga es mucho más económico que el de la gasolina o el diésel, y la eliminación de emisiones CO2, ya que al ser eléctricos no generan emisiones perjudiciales para el medio ambiente, lo que significa que no contaminan.
Así mismo, también hay que destacar que los coches eléctricos es menos probable que sufran averías, puesto que la mayoría de averías se producen a causa del motor de combustión y el cambio de marchas. A esto hay que sumarle que el mantenimiento es mucho menor, lo que es algo muy a tener en cuenta tanto a nivel económico, como de comodidad.
Otro aspecto es que ofrecen unas mayores posibilidades de movilidad, pudiendo acceder a cualquier zona de las ciudades, así como que permiten acceder a beneficios fiscales y subvenciones, lo que sin duda es un gran incentivo para favorecer la movilidad eléctrica.