Las españolas Indra e Hispasat formarán parte de las empresas que harán crecer la economía espacial mundial tendrá un valor de 1,8 billones de dólares en 2035, según un informe de los analistas de MacKinsey, que se han fijado en la luna, en marte y en toda la industria que a nivel mundial que se están expandiendo para tratar de conquistar por fin el espacio. La industria relacionada con el espacio es un el negocio se acerca a la anteúltima frontera y que, además de crear valor para otras industrias satélites, (telecos, aeronáuticas, agricultura, de materiales, científicas…) puede conseguir resolver muchos de los desafíos más apremiantes del mundo, como el cambio climático.
Los analistas de la consultora estratégica, Jeremy Jurgens, del World Economic Forum y Ryan Brukardt, han desglosado en un informe cómo la industria espacial cada semana genera noticias de un nuevo logro o desarrollo en cualquier punto del mundo. Los últimos meses se han registrado desde pruebas de un nuevo sistema de cohetes (ejemplos de SapceX de Elon Musk, o incluso de la española PLD Space, que en octubre lanzó desde Huelva el cohete Miura 1, y puso a España el el décimo lugar de la lista de los países con capacidades de lanzamiento), el lanzamiento de un satélite innovador, o una nueva misión de exploración robótica que llega a la perfección hasta la luna.
Así, con esta evidente aceleración de la actividad más allá de nuestra atmósfera, los prestigiosos analistas han hecho cuentas y han concluido que la economía espacial mundial tendrá un valor de 1,8 billones de dólares en 2035 frente a los 630.000 millones de dólares que ha puesto en valor en 2023.
MACKINSEY COMPARA EL ESPACIO CON LOS CHIPS
Esta impresionante cifra cuenta con el negocio va a generarse en las aplicaciones «troncales», como son los satélites, como sería el caso del negocio troncal de Hispasat, o las lanzaderas y la aeronáutica, a lo que seguramente se dedicará la gran empresa del espacio que quiere crear Indra, y los servicios como la televisión por radiodifusión o GPS.
También va a contribuir al enorme negocio lo que los expertos indican que son aplicaciones de «alcance», que las sitúan entre las industrias que pueden sacar provecho y generar ingresos de la tecnología espacial desarrollada. En esta caso ponen como ejemplo en la empresa Uber, cuyo funcionamiento se basa en «la combinación de señales satelitales y chips dentro de los teléfonos inteligentes para conectar a conductores y pasajeros y brindar direcciones en cada ciudad».
Las aplicaciones troncales, es decir, las que propiamente tienen que ver con el espacio en sí, representaron en 2023 unos ingresos de 330.000 millones de dólares, es decir, algo más del 50% de toda la economía espacial del mundo. Fueron los negocios de alcance, los que no tiene nada que ver directamente con el espacio, pero a las que le vino fenomenal los avances tecnológicos que se producen en la industria espacial, las que representaron los otros 300.000 millones de dólares del negocio total del deseo de explorar el universo.
Las estimaciones de valor para el espacio son similares a las de los semiconductores, que están absolutamente de moda en los mercados en los últimos meses.
Según el informe de MacKinsey, las tasa de crecimiento anual esperada para ambas «patas» del negocio de del espacio es de «el doble de la tasa proyectada de crecimiento del PIB durante la próxima década». Las estimaciones de valor para el espacio son similares a las de los semiconductores, que están absolutamente de moda en los mercados en los últimos meses. Cabe recordar que ahora mismo Nvidia, la empresa desarrolladora del chip que hizo posible la IA generativa de Chat GPT ha alcanzado el tercer lugar como empresa más valiosa del mundo, con una capitalización que ha alcanzado los 2.375 billones de dólares, solo por detrás solo de 3.142 billones de dólares) y Apple (2.638 billones de dólares).
En el terreno de lo chips, de los que en 2021 se esperaba que generasen 600.000 millones de dólares de volumen de negocio, y que registrasen un crecimiento anual del 6 al 8 % hasta la década de 2030. Así, el espacio se acercaría más al valor que van a generar los semiconductores, y aproximadamente la mitad de la proyección para la industria de pagos global (que se estima alcanzará los 3,2 billones de dólares en ingresos para 2027).
LA CONECTIVIDAD, LA NAVEGACIÓN Y LA IA, IMPULSORAS
Las necesidades que van a impulsar este negocio serán la conectividad a través de satélites, la mayor demanda de servicios de posicionamiento, y navegación en teléfonos móviles y, cómo no, una mayor demanda de conocimientos impulsados por la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Todas estas innovaciones están ya generando beneficios en otras industrias que no tienen nada que ver ni con la tecnología ni con el espacio, con aplicaciones que le vienen bien desde a la industria alimentaria o de bebidas, hasta la de los transportes. De giaul manera, tienen un beneficio global porque sirven para enfrentarse y atajar los desafíos del conjunto de la humanidad, como lo es el cambio climático.
En España, Hispasat está coordinada con la Agencia Espacial Europea en futuros proyectos espaciales, e Indra tiene la audacia de querer aglutinar todo el panorama patrio relacionado con el espacio en una gran empresa
El informe muestra los importantes desarrollos que darán forma a la industria espacial y sus industrias adyacentes hasta la mitad de las década de 2030. Asegura que las naciones que tienen una industria espacial establecida aumentarán su gasto en seguridad nacional y autonomía (impulsando más o menos el 75% del aumento del valor estatal de aquí a 2035), y señala que EE.UU. y China están invirtiendo masivamente en inteligencia.
También argumenta que las agencias civiles aumentarán el uso de las aplicaciones espaciales para la investigación, la previsión de riesgos y la respuesta a catástrofes (lo que será aproximadamente un 20% del aumento del valor patrocinado por los Estado para 2035), y pone como ejemplo los fondos para el programa internacional Artemis de vuelo espacial tripulado liderado por la NASA, del que esperan que alcancen los 50.000 millones de dólares desde 2021 hasta 2025.
Los analistas indican que cada vez más países van a mejorar sus capacidades para trabajar proyectos del espacio, ya que el número de agencias espaciales ha pasado de 40 en el año 2000 a más de 75 que funcionan y lideran en la actualidad. Ponen de ejemplo el caso de los Emiratos Árabes Unidos, que han creado una agencia espacial, enviado un astronauta a la Estación Espacial Internacional (ISS) y enviado una sonda nada menos que a Marte, «todo ello en menos de una década.
En el caso de España, dos empresas participadas por el Estado están, bien coordinadas con la Agencia Espacial Europea en futuros proyectos para dotar de conectividad a la Luna, como es el caso de Hispasat, o bien tiene la audacia de querer aglutinar todo el panorama patrio relacionado con el espacio en una gran empresa, como es el caso de Indra.