Pagar las multas de la DGT puede resultar molesto debido al impacto económico que conllevan, sin embargo, son un medio efectivo para promover la seguridad vial. Estas sanciones disuaden comportamientos peligrosos en la carretera, como exceso de velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol o no respetar las normas de tráfico. Al hacer que los conductores sean más conscientes de sus acciones, se reducen las probabilidades de accidentes y se fomenta un entorno de conducción más seguro para todos. Aunque el pago de las multas puede generar incomodidad, su efectividad en la prevención de accidentes justifica su importancia en la sociedad. Y ojo, que si vas de copiloto, la Dirección también te puede poner una multa. Te lo contamos en este artículo.
2Son muchas las infracciones por las que la DGT te puede poner una multa
La DGT puede sancionar diversas infracciones, desde exceso de velocidad, uso del teléfono móvil al volante, hasta no respetar los semáforos o no llevar el cinturón de seguridad. También se multa por conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, no respetar las normas de prioridad o circular con vehículos en mal estado. Estas multas no solo buscan sancionar, sino principalmente garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía.