En un mundo donde las mascotas se han convertido en parte fundamental de nuestras vidas, cada vez más personas adoptan un peculiar hábito al llegar el momento final: morir con sus queridos compañeros peludos. Descubre en este artículo cómo esta tendencia ha ido en aumento y las razones detrás de esta conmovedora elección. ¡Sigue leyendo para conocer más sobre esta emotiva conexión entre humanos y mascotas!
9Pero no están exentas de riesgos
A pesar de la noble intención detrás de establecer fondos financieros para garantizar el bienestar de nuestras mascotas tras nuestra muerte, surgen una serie de problemas y desafíos asociados con esta práctica.
- Riesgos de desvío de fondos: los fondos destinados a nuestras mascotas son una garantía en teoría, pero en la práctica pueden presentar ciertos riesgos. Al ser administrados por una persona en nombre del animal, existe la posibilidad de que esta persona, aunque designada de confianza, no tenga un vínculo emocional fuerte con nuestra querida mascota. Esto podría llevar a que el dinero se utilice para beneficio personal en lugar de para el cuidado del animal.
- Necesidad de supervisión: para mitigar este riesgo, los fondos suelen establecer mecanismos de control y supervisión. Esto implica realizar revisiones periódicas de la relación entre la mascota heredera y su cuidador designado. Estas revisiones buscan garantizar que los fondos se estén utilizando de acuerdo con las intenciones del donante y para beneficio exclusivo de la mascota.
- Fraudes y engaños: a pesar de los controles establecidos, no está exenta la posibilidad de fraudes. Algunos cuidadores pueden desviar los fondos destinados a las mascotas o incluso sustituir al animal una vez que fallece para continuar accediendo al dinero. Estos actos fraudulentos ponen en riesgo el bienestar de las mascotas y desafían la integridad de los fondos establecidos para su cuidado.