La Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH) informa que aproximadamente el 25% de la población española sufre de esteatosis hepática, también conocida como hígado graso. De este grupo, alrededor del 5% ha desarrollado inflamación crónica. Dado que las enfermedades hepáticas son bastante comunes, es crucial conocer qué alimentos pueden reducir su progresión e incluso detener su avance.
4SÍNTOMAS DEL HÍGADO GRASO
Cuando el hígado presenta acumulación de grasa, el metabolismo y la excreción de la grasa pueden ralentizarse. A menudo, el hígado graso no alcohólico no presenta síntomas y puede pasar desapercibido, aunque en algunos casos pueden manifestarse cansancio, malestar general y dolor en la parte superior derecha del abdomen.
Si el exceso de grasa provoca inflamación y se desarrolla esteatohepatitis no alcohólica y cirrosis, pueden surgir síntomas más graves, como hinchazón abdominal debido a la acumulación de líquido (ascitis), venas esofágicas dilatadas y propensas a sangrar, agrandamiento del bazo, palmas rojas, ictericia (color amarillento de la piel y los ojos), picazón y confusión mental.
Si la progresión hacia la fibrosis y la cirrosis no se detiene, existe el riesgo de desarrollar cáncer de hígado e insuficiencia hepática terminal, donde el hígado deja de funcionar adecuadamente. Es fundamental diagnosticar y tratar la esteatohepatitis no alcohólica en sus etapas iniciales para prevenir complicaciones graves a largo plazo.