Hace catorce años, YouTube introdujo una función que permitía a los usuarios reproducir videos a una velocidad más rápida que la normal, lo que les permitía consumir contenido más rápido sin perder la comprensión. Esta característica se volvió muy popular y otras plataformas sociales y de video comenzaron a ofrecerla también. Con la llegada de aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram, esta práctica se extendió aún más, con personas utilizando la reproducción acelerada para consumir contenido de texto y multimedia más rápidamente.
6PROBLEMAS DE MEMORIA
Las preocupaciones expresadas por el profesor Redolar sobre el efecto del consumo de contenido acelerado en la memoria son significativas. Aunque actualmente no existen pruebas sólidas de que esta práctica genere cambios cerebrales a largo plazo, sí hay indicios de que puede afectar la memoria a corto plazo. El riesgo principal radica en la posibilidad de que los jóvenes, que son los principales usuarios de esta opción, vean afectada su memoria debido a la exposición continua a la reproducción acelerada. Si la información no se procesa adecuadamente, no se consolida como un recuerdo sólido.
Redolar también señala que el cerebro de los menores es más plástico y adaptable, lo que implica que las conexiones neuronales podrían modificarse con la exposición constante a la velocidad rápida. Sin embargo, las consecuencias específicas de estos cambios aún no están claras y se necesitan más investigaciones para comprender completamente su impacto.