Hace catorce años, YouTube introdujo una función que permitía a los usuarios reproducir videos a una velocidad más rápida que la normal, lo que les permitía consumir contenido más rápido sin perder la comprensión. Esta característica se volvió muy popular y otras plataformas sociales y de video comenzaron a ofrecerla también. Con la llegada de aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram, esta práctica se extendió aún más, con personas utilizando la reproducción acelerada para consumir contenido de texto y multimedia más rápidamente.
1EL FENÓMENO TIENE UN NOMBRE: SPEEDWATCHING
Este fenómeno, conocido como «speedwatching», ha llamado la atención de expertos en educación, psicología y neurología, quienes están comenzando a estudiar cómo esta forma de consumo rápido de contenido puede afectar la atención, la comprensión y otros aspectos cognitivos y emocionales de las personas.