Regalar huevos de Pascua, especialmente a los niños, es una arraigada costumbre en muchos países alrededor del mundo, vinculada a la celebración de la Semana Santa. Aunque tradicionalmente asociados con el cristianismo, la práctica de obsequiar huevos de Pascua de chocolate no es exclusiva de los católicos. Actualmente, puedes encontrar una amplia variedad de tamaños y diseños creativos, pero también puedes optar por hacer tus propios huevos de chocolate caseros, artesanales y sumamente deliciosos. Aunque pueda parecer complicado, el proceso en realidad es bastante sencillo.
8FUNDIR EL CHOCOLATE BLANCO
Funde el chocolate blanco siguiendo el mismo método que utilizaste con el chocolate con leche. Una vez derretido, deja que se enfríe hasta que esté casi frío, alrededor de los 30°C. Unta generosamente cada mitad del huevo con el chocolate blanco, repitiendo el proceso en tres ocasiones para asegurar una cobertura uniforme y con el grosor deseado.
Una vez que hayas aplicado el chocolate blanco en ambas mitades del huevo, guarda el molde en el frigorífico, esta vez boca abajo para que la parte del chocolate quede oculta. Deja que el chocolate blanco se solidifique completamente. Una vez que esté totalmente endurecido, el huevo se desprenderá fácilmente del molde por sí solo.