La semana pasada se dio a conocer que el número de estaciones de servicio ‘low cost’ han multiplicado por dos su presencia en las carreteras españolas en los últimos cuatro años. Este meteórico crecimiento, propulsado por la pandemia y la crisis energética, ha puesto patas arriba el mercado de carburantes, arrastrando los precios y poniendo en jaque a colosos como Repsol, Cepsa, Galp o BP.
Según datos de un estudio realizado por la Asociación Nacional de Estaciones de Servicios Automáticas (Aesae), España ha duplicado el número de estaciones de servicio automáticas en los últimos cuatro años, pasando de 1.033 en 2020 a 2.100 a finales de 2023; con lo que este tipo de establecimientos acaparan ya el 20% del mercado español.
las gasolineras ‘low cost’ dijeron ‘presente’ con la liberalización del mercado de hidrocarburos en 2013, durante el mandato de Mariano Rajoy. Desde entonces, y como ha pasado en otros mercados -la televisión, las telecomunicaciones, la electricidad o el transporte ferroviario- un ecosistema empresarial hasta entonces apacible se ha convertido en una jungla competitiva.
Los puntos de venta ‘low cost’ apuestan por una configuración revolucionaria frente a las estaciones de servicio tradicionales: sin tienda, sin ventanilla, sin personal y sin caja; tan solo un servicio automatizado de recarga de combustible en el que el usuario se despacha a sí mismo, paga y se va. Lógicamente, esta manera de comercializar carburante reduce los costes de mantenimiento y logística al mínimo, lo que permite disminuir el precio final que se cobra a los clientes.
LAS GASOLINERAS ‘LOW COST’ SEGUIRÁN CRECIENDO
Este modelo creció un 12% en 2023, según los datos hechos públicos por Aesae, que prevé que la cifra siga al alza en los próximos años. Las cifras reflejadas en el informe corresponden al cierre del 31 de diciembre de 2023 y no contabilizan ni las estaciones de los hipermercados ni las cooperativas agrícolas.
«Además de nuevas estaciones, hay un gran número de empresarios pequeños que han visto una oportunidad de negocio al implementar este modelo en su localidad. Esto sumado a la conversión de gasolineras tradicionales al modelo automático, buscando una mayor eficiencia, supone un salto adelante para el sector», indicó el presidente de esta asociación, Manuel Jiménez Perona.
Los efectos de la penetración de esta fórmula en el paisaje de los carburantes en nuestro país se resumen en dos: la presión a la baja en los precios y la transformación total del mercado. Ahora, las ‘grandes’ tienen que desenvolverse en un ecosistema atomizado, que ofrece más y mejores opciones al consumidor, lo que se traduce en una renovada ‘generosidad’ en las ofertas de gigantes como Repsol o Cepsa.
La relajación de la crisis energética ha tenido mucho que ver en el abaratamiento de los carburantes, pero a nivel interno la irrupción de las gasolineras ‘low cost’ ha sido un factor añadido, que se acentuará aún más en el futuro
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) refleja esta tendencia en su último boletín de distribución de carburantes en estaciones de servicio. En enero de 2024, el precio promedio de la gasolina 95 y del gasóleo A disminuyó por cuarto mes consecutivo, situándose en 1,549 euros por litro (-0,2%; -0,37 céntimos por litro) y 1,500 euros por litro (-1,2%; -1,83 céntimos por litro).
En términos interanuales, los precios promedio de los carburantes en Península y Baleares cayeron: la gasolina 95 se situó en 1,644 euros por litro y el gasóleo A en 1,567 euros por litro, un -8,2% y un -13,2% respecto a 2022, respectivamente.
La relajación de la crisis energética y la evolución de la coyuntura internacional han tenido mucho que ver en el abaratamiento de los carburantes, pero a nivel interno la irrupción de las gasolineras ‘low cost’ ha sido un factor añadido, que se acentuará aún más en el futuro. Y es que los gigantes del sector aún no han podido poner su oferta a la par de sus nuevos competidores.
El boletín de la CNMC refleja que las estaciones de servicio de BP, Cepsa y Repsol establecieron los precios más altos para ambos carburantes. Los más bajos se registraron en las instalaciones independientes, que además fueron, junto con las del grupo ‘resto operadores’, las que más disminuyeron los precios. Estos dos grupos de instalaciones son los que, además, presentan mayor variabilidad de precios entre las estaciones de servicio que los integran. Por el contrario, en las redes de Repsol, Cepsa y BP es donde se observa una mayor concentración de precios.
CRECIMIENTO DESIGUAL DE LAS ‘LOW COST’ SEGÚN LA REGIÓN
Por regiones, Cataluña sigue siendo la comunidad con más penetración de gasolineras de bajo coste con un 32% del total, seguida de la Comunidad Valenciana (29%) y Madrid (25%). El resto se encuentran por debajo de la media nacional (20%).
En el extremo contrario se encuentran comunidades con poco peso de las automáticas en el mix de suministro; como Canarias (6%), Baleares (11%), Navarra (11%). Otras, en cambio, se acercan a la media, pero siguen por debajo como es el caso de La Rioja (19%), Castilla y León (19%), Andalucía (18%), Extremadura (16%), Aragón (16%) y Castilla La Mancha (16%).
En cuanto al crecimiento, Canarias (38%) y Navarra (26%) son las comunidades autónomas que más crecen. Le siguen País Vasco (25%), Madrid (22%), Comunidad Valenciana (18%), Murcia (16%), Andalucía (15%) y Castilla La Mancha (12%).
Las regiones que menos han crecido, en cambio, son Baleares y Asturias, donde no se ha registrado un aumento en el número de estaciones, y Cataluña (3%).
«el motivo por el que en algunas provincias las ‘low cost’ crecen por debajo de la media nacional es porque las grandes compañías del sector están apostando por las capitales autonómicas, donde hay una gran población y la competencia aún es escasa»
Manuel Jiménez Perona, presidente de Aesae
En cuanto a nivel provincial, tan solo 15 de las 50 provincias superan la media nacional (20%). Las que más penetración presentan son Barcelona (35%), Valencia (31%), Girona (31%) y Lleida (30%).
En el otro lado de la tabla se encuentran Santa Cruz de Tenerife (2%), Las Palmas (9%) y León (9%). Asimismo, las que más han crecido han sido Santa Cruz de Tenerife (50%), Toledo (37%), Cádiz (35%), Las Palmas (35%) y Álava (30%). Por el contrario, no se registra crecimiento en 15 provincias (Ourense, Lugo, Asturias, Lleida, Soria, Palencia, Zamora, León, Ávila, Segovia, Cuenca, Albacete, Guadalajara, Huelva y Baleares).
Jiménez Perona consideró que el motivo por el que en algunas provincias no se da un crecimiento similar al de la media nacional es «porque las grandes compañías del sector están apostando por las capitales autonómicas, donde hay una gran población y la competencia aún es escasa».
Sin embargo, no dudó en que estas provincias continuarán creciendo. «Muchos de nuestros socios están trabajando en proyectos en estos territorios, y están a la espera del visto bueno de los consistorios», dijo.
BARRERAS POLÍTICAS
A este respecto, el presidente de Aesae consideró que, aunque el crecimiento alcanzado en estos últimos años es «importante», existe un «atasco» de proyectos en ciertas localidades españolas, debido a las nuevas barreras aprobadas por algunos ayuntamientos para impedir la implantación de este modelo de negocio.
Así, la asociación apuntó a las trabas de los Ayuntamientos, como «principal escollo» para que los consumidores accedan a más puntos de suministro a bajo precio.