Los jóvenes de las familias reales ya no están tan preocupados por mantener las apariencias como antes. Se muestran más humanos y vulnerables, lo que queda claro con los recientes escándalos de infidelidad. Esto nos hace ver que son seres normales, igual que nosotros, y que a veces también se lanzan a tener aventuras amorosas, rompiendo así con la imagen de ejemplaridad que se espera de ellos.
7CARLOS Y DIANA
El matrimonio entre el príncipe Carlos y Lady Di no fue tan idílico como se esperaba. Después de once años juntos y dos hijos, decidieron separarse en 1992, con rumores de infidelidad circulando por ambos lados. La manzana de la discordia se llamaba Camila Parker Bowles, una vieja amiga del príncipe con la que se decía que tenía una relación secreta desde hace más de una década.
Pero la controversia no se detuvo ahí. Surgió el escándalo de «Squidgygate» cuando se filtró una grabación de Lady Di expresando sus preocupaciones sobre quedar embarazada de alguien que no fuera su esposo. Además, confesó haber tenido una aventura con James Hewitt, lo que desató especulaciones sobre la paternidad del príncipe Harry. Hewitt ha negado estas afirmaciones en su libro «Love and War», aunque el debate sigue siendo tema de interés público.
