La Dieta DASH, acrónimo de «Dietary Approaches to Stop Hypertension», ha sido ampliamente reconocida y recomendada por expertos en salud como una de las dietas más efectivas para combatir la hipertensión.
Esta dieta enfatiza el consumo de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, mientras reduce la ingesta de sal, grasas saturadas y azúcares. A pesar de sus numerosos beneficios, existen ciertos aspectos poco conocidos que podrían suponer riesgos para algunos individuos, especialmente cuando no se aplica con la supervisión adecuada.
5ADAPTACIÓN CULTURAL Y GASTRONÓMICA
La adopción de la Dieta DASH en España presenta desafíos únicos dados los hábitos culinarios y culturales del país. La dieta mediterránea, predominante en España, comparte varias similitudes con la Dieta DASH, como el alto consumo de frutas, verduras y cereales integrales. No obstante, hay diferencias clave, como el uso del aceite de oliva en lugar de grasas bajas en saturadas promovidas por DASH. La adaptación de la dieta a los patrones alimentarios locales puede ser esencial para su aceptación y sostenibilidad a largo plazo. Por ejemplo, integrar el aceite de oliva como fuente principal de grasa podría hacer la dieta más atractiva y fácilmente adoptable por la población española.
Por otro lado, la tradición española de tapas y comidas compartidas puede verse afectada por las restricciones de sodio y grasas de la Dieta DASH. Modificar recetas tradicionales para cumplir con los requisitos de DASH puede ser desafiante, pero también ofrece una oportunidad para reinventar y hacer más saludables platos clásicos. Esto requiere no solo un cambio en la forma de cocinar, sino también en la percepción cultural de lo que constituye una alimentación saludable, equilibrando tradición y bienestar.