La Dieta DASH, acrónimo de «Dietary Approaches to Stop Hypertension», ha sido ampliamente reconocida y recomendada por expertos en salud como una de las dietas más efectivas para combatir la hipertensión.
Esta dieta enfatiza el consumo de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, mientras reduce la ingesta de sal, grasas saturadas y azúcares. A pesar de sus numerosos beneficios, existen ciertos aspectos poco conocidos que podrían suponer riesgos para algunos individuos, especialmente cuando no se aplica con la supervisión adecuada.
2IMPACTO PSICOLÓGICO Y SOCIAL
El cambio a la Dieta DASH puede representar un reto significativo desde un punto de vista psicológico y social. El alejamiento de dietas ricas en alimentos procesados y grasas saturadas a una dieta centrada en alimentos naturales y bajos en sal puede resultar difícil de mantener a largo plazo, especialmente en sociedades donde predominan este tipo de comidas. Este cambio drástico puede llevar a una sensación de aislamiento social durante eventos o reuniones donde la comida juega un papel central.
Además, el seguimiento estricto de la dieta puede desencadenar comportamientos obsesivos relacionados con la comida. La constante preocupación por el contenido de sodio, la calidad de los alimentos y el cumplimiento estricto de las recomendaciones dietéticas puede derivar en estrés y ansiedad, afectando la relación del individuo con la comida.