Federico Jiménez Losantos, principal ‘verdugo’ mediático de Juan Carlos I, se ha convertido en el fan número 1 de Felipe VI para alegría de Jordi Gutiérrez (Barcelona, 1959), eficaz dircom de Casa Real tras haber trabajado en El Noticiero Universal, Radio Nacional de España en Cataluña, Televisión Española en Cataluña, Cadena Catalana de Radio, diario Avui y TV3 en Madrid.
En 1993, con Juan Carlos I en plenitud vital, este periodista asumió el cargo de subdirector General de Relaciones con los Medios de Comunicación hasta que, harto del emérito, se marchó a finales de 2009 para asumir la Comunicación de la organización patronal madrileña CEIM.
Felipe VI, conocedor de las entretelas paternas, lo rescató para alivio de su eterna sombra lucense Jaime Alfonsín, henchido de orgullo tras el comunicado de Zarzuela que anunció su jubilación: «Su Majestad desea seguir contando con su valioso y leal consejo, para lo cual le nombrará consejero privado y, en esta condición, le continuará prestando el asesoramiento que requiera y desempeñará las funciones que le encomiende», señalaron.
El jefe de Estado, inseguridad crónica y aterrado por el pánico que le producía que iba a perder al hombre que ejercido de su pañuelo de lágrimas, ahora está intentando recuperar el norte de la mano de Camilo Villarino, jefe de los gabinetes de los ministros de Exteriores de España entre los años 2017 y 2021 (Alfonso María Dastis, Josep Borrell, Margarita Robles y Arancha González Laya).
El actuar mandamás geopolítico José Manuel Albares no tenía sintonía con Villarino, al que decapitó con la excusa del ‘caso Brahim Ghali’, líder del Frente Polisario del Sáhara que fue hospitalizado en España durante la pandemia.
Al actual ministro de Exteriores, además, le pesa la vulgaridad de vetarle como embajador en Moscú, que era el ‘último deseo’ de González Laya. Sea como fuere, Villarino tiene que levantar la reputación de doña Letizia, «en mínimos de valoración según encuestas internas» ya que, según algunas voces de Casa Real, «es lo peor que le ha pasado a la monarquía española desde Isabel II» dicen algunas voces en Zarzuela-
Lo hace con la ayuda de la prensa cortesana, toda la de papel y mucha de internet, y el CIS, que no pregunta sobre la salud dinástica aunque buena parte del presupuesto de Zarzuela (más de 8 millones de euros ‘oficiales’ y quizá el triple si se suman gastos de otras administraciones) se dedique en poner el termómetro a una ciudadanía cada vez más harta de la deriva borbónica.
FELIPE VI EN EL VALLE DE ARÁN
Villarino ha empezado a torear un gran Miura: Jaime del Burgo, que acaba de contar sus intimidades con la nueva ‘Isabel II’, Letizia Ortiz. Según contó Jaime Peñafiel, el hijo del expresidente navarro, «fue su gran amor. Cuando conoce a don Felipe ella era novia de Jaime del Burgo. El día en el que Letizia le cuenta que está enamorada de Felipe, en una reunión que mantienen en el Hotel Ritz de Madrid, él lleva un anillo de pedida. Ella le dijo: ‘me acabo de enamorar del príncipe Felipe’ y entonces, él, muy discretamente, ya no dijo nada. Fue entonces cuando el gran amor de Letizia se convierte en un gran amigo e incluso le invitan a la boda».
«Cuando se va casar con Telma, es Felipe quien le asesora sobre las capitulaciones matrimoniales y, a lo largo de los años, han mantenido una gran amistad. Jaime del Burgo ha sido mi asesor para escribir este libro y me ha contado muchas cosas de las que tan solo cuento el uno por ciento», contó el excolaborador de El Mundo.
Felipe VI no quiere saber nada de la ruidera, tal y como le contó hace unos días a 8 de sus amigos en El Fogón del Valle sito en Vielha (Lleida). Este humilde restaurante, menú diario de 16 euros, acogió el desmentido social del rey sobre su mujer, que dice sufrir porque inventan que ha destrozado su relación con la esteticien que le llevaba tras haberse encaprichado de su marido.
El jefe de Estado, en el ágape, mostró apetito ante la longaniza típica del Valle (soberbia), morcilla de Burgos, ensalada de queso de cabra, chuletón a la brasa al punto, tarta de pistachos y tarta de queso regados con Rioja. Y, corre por las redacciones rosas, se le vio muy cercano a una mujer con la que compartió intimidad durante unos días, quizá como involuntaria parodia de su padre.
El silencio mediático ante estos asuntos, «autocensura» según el censurado Jaime Peñafiel, contrasta con la soltura que se muestra sobre las polémicas de las casas reales de Reino Unido y Dinamarca.
POLÍTICA
La decencia de Felipe VI no está siendo valorada por su miopía política, cuenta uno de sus amigos a MERCA2.es. Y es que, lejos del compadreo del emérito con socialistas y comunistas, el rey tomó posición tras el 1 de octubre de 2017, que según algunas voces que consultó debería haberse expresado en catalán y lo hizo «en lenguaje Vox», del que pudo convertirse en rehén.
Las relaciones entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno son «correctas» gracias a que Pedro Sánchez haya marcado distancias con Zarzuela, cautiva y desarmada cuando la entonces vicepresidenta Carmen Calvo se presentó para pedir que Juan Carlos I tomase el camino de la mayoría de Borbones: el exilio.