Continuamos con un episodio más de ‘Sueños de libertad’, la nueva serie de las tardes de Antena 3. Con el paso de los días, la ficción ha ido cautivando a miles de espectadores, logrando unos excelentes datos de audiencia. Al parecer, esta nueva propuesta está sabiendo ocupar el espacio que dejó vacío la mítica ‘Amar es para siempre’.
Las cosas se están complicando cada vez más para Begoña, atrapada en un matrimonio tóxico, con un marido que se está volviendo más agresivo. Todo ello con Andrés, su cuñado, tratando de conquistarla. Avanzamos lo que va a pasar en el próximo episodio.
2Andrés y Begoña se dan un primer beso
Pero no todo fueron buenas noticias para Jesús, que se vio obligado a pedirle disculpas a Luis con tal de que volviera a trabajar en Perfumerías de la Reina. Además, tuvo que aceptar, muy a regañadientes y por imposición de su padre, la condición de su primo para volver: quedarse el 3% de las ganancias por ventas del nuevo perfume
En paralelo, Andrés le confesó a María la verdad sobre el accidente que mató a su padre en Jaca, desvelándole que la idea de subir a la montaña fue suya y no de Duque. Finalmente ella le perdonó, pero le dejó claro que sabía que algo estaba pasando con Begoña, mostrándole un retrato de su cuñada que había encontrado entre las cosas de Andrés.
Tras ello María decidió regresar a Huesca, pero Andrés se presentó ante ella en el último momento y le pidió matrimonio. Cuando anunciaron la buena noticia a la familia, María aprovechó para dejarle claro a Begoña que cada una debe centrarse en sus respectivas parejas.
En estos últimos episodios de ‘Sueños de libertad’ los problemas de salud de Isidro han ido a más. Luz le aconsejó que viajara a Madrid para tratar su enfermedad, pero el hombre lo único que ha hecho por el momento es pedirle a la doctora que no le cuente nada a su hija Fina.
Entretanto, las cosas entre Begoña y Jesús empeoraron cuando a él se le ocurrió presentarse en el dispensario para exigirle a su mujer que saliera a dar un paseo con él, pero ella se negó a desatender su trabajo como enfermera. Por la noche, Jesús, muy enfurecido, le reprochó haberle humillado y trató de agredirla.
Begoña logró salir corriendo mientras Jesús se desahogaba rompiendo un espejo con el puño. Acto seguido, Jesús acudió a su despacho para encontrarse con Elena y acostarse con ella. A su vez, Begoña se encontró con Andrés y le contó lo ocurrido. “No dejaré que mi hermano te haga daño”, le dijo a su cuñada, tras lo cual ambos se fundieron en un primer beso.