viernes, 22 noviembre 2024

Casi nadie cree en Solaria, salvo su propio CEO

Solaria ha normalizado su posición en el fondo de la piscina del Ibex entre acusaciones de estafa, falsedad documental y otras lindezas vertidas contra la empresa por sus antiguas subcontratas. Con la reputación herida y la cotización bursátil en el sótano, está claro que la película no funciona en taquilla. Ante esta situación, el director optó por comprar miles de entradas de su propio film; un movimiento que consiguió brevemente volver a colocarla en cartelera, aunque sigue sin convencer ni a crítica ni a público.

La semana pasada, el CEO de Solaria, Enrique Díaz Tejeiro, elevó su participación en la misma compañía que dirige tras la compra de un paquete accionarial de 90.000 títulos, a un precio medio de 10,05 euros por acción. Esta nueva compra materializa, según ha expresado la promotora fotovoltaica en un comunicado, «la confianza del consejero delegado en la buena marcha y en los planes de crecimiento e internacionalización de la compañía».

Si el sentido de esta decisión era reavivar artificialmente el interés inversor en Solaria, al principio consiguió su objetivo, con los títulos registrando fuertes avances durante un corto período de tiempo. Sin embargo, el repunte no era más que un espejismo y la acción recuperó rápidamente su tendencia bajista, situándose al cierre de esta edición por debajo de los 10 euros por título.

El presidente de Solaria, Enrique Díaz-Tejeiro
El CEO de Solaria, Enrique Díaz-Tejeiro.

De hecho, la ‘autocompra’ de Tejeiro, habiendo tenido un impacto positivo, tampoco se debe sobreestimar. Los analistas financieros de Renta4 señalan a MERCA2 señalan que la breve recuperación de la semana pasada alcanzó al sector renovable en general, que se benefició de la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por el fondo KKR sobre la compañía de energías ‘verdes’ Encavis, por 2.800 millones de euros.

El mal desempeño del gigante de las energías renovables en Bolsa no es nada nuevo. Tanto Solaria como el resto de empresas del ramo llevan muchos meses pasándolas canutas en los parqués, víctimas de la rígida política monetaria de los bancos centrales. Recientemente se hicieron públicos los datos de inflación de Estados Unidos, que alejan definitivamente la esperanza de una bajada de tipos a corto plazo, a lo que la cotización de la compañía reaccionó con fuertes caídas.

Las cifras dicen que estrategias como la compra masiva de acciones por parte de Díaz Tejeiro, en lo que respecta al rendimiento bursátil de Solaria, equivalen a intentar tapar el sol con un dedo. La cotización de la compañía se ha desplomado un 46% en lo que va de año; y, al igual que en el caso de otras energéticas, la persistencia de unos tipos altos que dificultan el acceso a la financiación hacen improbable que remonte el vuelo, al menos a corto plazo.

Por si fuera poco, los ínfimos precios eléctricos observados este invierno, causados precisamente por la generación renovable, arrastran aún más la rentabilidad de la firma. Tampoco ayuda a mejorar las perspectivas la turbia controversia en la que se ha visto envuelta la compañía, objeto de incriminaciones por parte de muchas de las empresas que le prestaron servicio en el pasado.

DURAS ACUSACIONES CONTRA SOLARIA

La compañía dirigida por Enrique Díaz Tejeiro tiene enfrente todo un zafarrancho de empresas contratistas que la acusan no solo de impagos, sino de falsedad documental, prácticas fraudulentas en la contratación e incluso de coacciones. A lo largo del presente año, MERCA2 ha destapado esta información, posteriormente recogida por otros medios.

Estas subcontratas han unido fuerzas en una plataforma liderada por Izmar Energy, la mercantil que abrió la ‘caja de Pandora’Izmar presentó tres denuncias penales contra Solaria por fraude de ley, coacciones, estafa y falsedad documental, a raíz de unos servicios prestados en un complejo fotovoltaico en Guadalajara propiedad del gigante del Ibex, y que éste se habría negado a pagar, alegando insatisfacción con los resultados.

SOLARIA TIENE ENFRENTE UNA PLATAFORMA FORMADA POR MUCHAS DE SUS ANTIGUAS SUBCONTRATAS, QUE ACUSAN A LA COMPAÑÍA DEL IBEX DE FALSEDAD DOCUMENTAL, ESTAFA, COACCIONES Y FRAUDE EN LA CONTRATACIÓN

Izmar ha agrupado a su alrededor hasta 15 entidades que presuntamente han sido objeto de un mismo modus operandi por parte de Solaria, que la plataforma detalló en una denuncia conjunta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): Solaria -siempre según el relato de los reclamantes- firma con terceros acuerdos de obras, los cambia a su antojo y los rompe cuando le conviene bajo cualquier pretexto, sin abonar la cantidad pactada por los servicios. Este proceder dejaría en una situación de completo desamparo a los contratistas, frecuentemente empresas pequeñas.

Los contratos suscritos entre Solaria y las empresas afectadas corresponden a proyectos cuya potencia conjunta supera, según la comunicación, los 700 megavatios (MW), por los que, supuestamente, Solaria adeuda una cantidad que «sobrepasa ampliamente los 60 millones de euros de principal, con intereses legales, costas y daños y perjuicios al margen».

A principios de marzo, MERCA2 también se hizo eco de otra de las incriminaciones lanzadas por los afectados, que acusan a Solaria de utilizar de forma fraudulenta empresas ‘pantalla’ en los contratos con el supuesto objetivo de escudarse frente a posibles reclamaciones y pleitos.


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