lunes, 21 abril 2025

El truco que no falla para que el café te vuelva a hacer efecto

Tomar esa primera taza de café por la mañana es revitalizante. Nadie puede culparte; en medio del ajetreo diario, es tu momento para escapar del ruido del mundo. Sin embargo, quizás ese «momento» se ha convertido en varios, y te das cuenta de que estás en tu quinta taza de esta elixir oscuro que te mantiene centrado y alerta. Es posible que hayas superado tu límite de tolerancia, lo que significa que ni toda la producción del supermercado podría afectarte, y ya no te quita el sueño aunque te lo tomes a las 4 de la mañana de un domingo. Si este es el caso, solo te quedan dos opciones para elegir y aplicar la que te parezca más efectiva.

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SI NO TE HACE EFECTO PUEDE SER GENÉTICO

Es cierto que este producto no afecta a todos de la misma manera, y esto puede deberse a diferencias genéticas. Un estudio realizado por la Universidad de Harvard ha encontrado una relación entre ciertos genes y la forma en que el café afecta al organismo.

Estas diferencias genéticas pueden influir en cómo el cuerpo metaboliza la cafeína, cómo responde a ella y cómo se procesa en el sistema nervioso. Algunas personas pueden tener variaciones genéticas que hacen que sean menos sensibles a los efectos estimulantes del café, mientras que otras pueden experimentar una mayor sensibilidad.

Desafortunadamente, este factor genético puede ser difícil de cambiar, incluso si a alguien le gusta mucho el café. Sin embargo, entender estas diferencias genéticas puede ayudar a las personas a comprender por qué esta bebida mañanera puede no tener el mismo efecto en ellos que en otras personas, y pueden ajustar su consumo en consecuencia.


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