Tomar esa primera taza de café por la mañana es revitalizante. Nadie puede culparte; en medio del ajetreo diario, es tu momento para escapar del ruido del mundo. Sin embargo, quizás ese «momento» se ha convertido en varios, y te das cuenta de que estás en tu quinta taza de esta elixir oscuro que te mantiene centrado y alerta. Es posible que hayas superado tu límite de tolerancia, lo que significa que ni toda la producción del supermercado podría afectarte, y ya no te quita el sueño aunque te lo tomes a las 4 de la mañana de un domingo. Si este es el caso, solo te quedan dos opciones para elegir y aplicar la que te parezca más efectiva.
2LA ADENOSINA Y LA CAFEÍNA
Sin embargo, el cuerpo tiene un mecanismo de retroalimentación para contrarrestar este efecto. Cuando se bloquean los receptores de adenosina, el cuerpo produce más de ellos para intentar restaurar el equilibrio. Con el tiempo, esto puede llevar a una mayor tolerancia a la cafeína, lo que significa que necesitamos consumir más cantidad para obtener el mismo efecto.
Por eso, si queremos recuperar la sensibilidad a la cafeína y evitar la tolerancia, es recomendable tomar un descanso periódico. Esto permite que los receptores de adenosina vuelvan a la normalidad, lo que significa que podemos volver a experimentar los efectos completos de la cafeína con una dosis más baja.