Tomar esa primera taza de café por la mañana es revitalizante. Nadie puede culparte; en medio del ajetreo diario, es tu momento para escapar del ruido del mundo. Sin embargo, quizás ese «momento» se ha convertido en varios, y te das cuenta de que estás en tu quinta taza de esta elixir oscuro que te mantiene centrado y alerta. Es posible que hayas superado tu límite de tolerancia, lo que significa que ni toda la producción del supermercado podría afectarte, y ya no te quita el sueño aunque te lo tomes a las 4 de la mañana de un domingo. Si este es el caso, solo te quedan dos opciones para elegir y aplicar la que te parezca más efectiva.
1CÓMO ACTÚA EL CAFÉ EN EL CEREBRO
La cafeína se asocia comúnmente con un mejor rendimiento físico y mental debido a su capacidad para bloquear los receptores de adenosina en el cerebro. La adenosina es un neurotransmisor que se acumula en las neuronas y está asociado con la sensación de sueño. Al bloquear estos receptores, la cafeína contrarresta la acción de la adenosina, lo que nos mantiene alerta y despiertos, mejorando así tanto el rendimiento físico como el mental.