Seguro que más de una vez has sentido esa incómoda sensación de tener el vientre hinchado, especialmente tras comer. Esto suele ser causado por los gases intestinales (o flatulencias) que se forman durante la digestión, y que a menudo llegan acompañados de dolor abdominal, malestar y ruidos en la barriga. Cuando la hinchazón ocurre por la noche, después de la cena, puede interferir con el sueño y afectar la calidad del descanso.
1REVISA LA FORMA EN LA QUE COMES
En muchas ocasiones, la barriga hinchada es el resultado de nuestros hábitos alimenticios, por lo que la clave para prevenirlo o aliviarlo también radica en la dieta y en realizar algunos cambios. La forma en que comes puede influir en la hinchazón de la tripa. Es casi tan importante cómo comes que qué comes. Siguiendo estas simples pautas, puedes evitar esta molesta situación:
- Come con más frecuencia, pero en porciones moderadas. Esto es más efectivo para mantener un vientre plano. Evita las comidas demasiado abundantes, ya que son difíciles de digerir y favorecen la producción de gases y la hinchazón.
- Come sin prisas, ya que tragar aire aumenta la cantidad de gases. Un estudio de la Universidad de Temple (EE. UU.) demostró que la relajación profunda es crucial para una buena digestión. Por lo tanto, además de reducir el estrés, es beneficioso adoptar una actitud tranquila en la mesa.
- Cena temprano y bebe poca cantidad de líquidos durante las comidas. Mastica cada bocado unas 20 veces con la boca cerrada. Intenta cenar temprano y no te vayas a dormir hasta 2 o 3 horas después de comer. Durante la noche, el intestino trabaja más lentamente, lo que permite que los alimentos permanezcan más tiempo en el estómago y fermenten, generando gases.
