Recibir una multa de la Dirección General de Tráfico (DGT) puede resultar exasperante. La atención se desvía hacia numerosos detalles: la fecha límite de pago, el importe de la sanción, posibles puntos retirados del carnet y el proceso de recurso. La multa interrumpe la rutina diaria, generando estrés y preocupación sobre sus implicaciones legales y financieras. La sensación de injusticia puede surgir si se considera un error o una infracción menor. Además, la burocracia asociada puede ser abrumadora, demandando tiempo y esfuerzo para resolver el asunto. Y ojo, porque la Dirección te puede multar con 200 eurazos si te pones estas gafas al volante.
1Hay modelos de gafas que no son seguros para conducir
Algunos modelos de gafas pueden comprometer la seguridad al conducir. Lentes con cristales muy oscuros reducen la visibilidad, especialmente en condiciones de poca luz o de noche, aumentando el riesgo de accidentes. Además, monturas demasiado gruesas pueden obstruir el campo visual periférico, dificultando la detección de objetos en los laterales de la carretera. Gafas con lentes no adecuadas para corregir defectos de visión también representan un peligro. Es crucial elegir gafas que cumplan con los estándares de seguridad, priorizando la visibilidad y comodidad para garantizar una conducción segura.