sábado, 23 noviembre 2024

Las «sombrías» perspectivas de demanda están detrás del ‘cerrojo’ petrolero de la OPEP

La decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener las restricciones a su producción de crudo no ha pillado al mercado con la guardia baja. Todo el mundo esperaba una resolución en ese sentido por parte del cártel, que ajusta a su conveniencia los engranajes de su menguante, pero aún poderosa capacidad de influencia en los precios. La OPEP fundamenta su dictamen en el «equilibrio», término del que los análisis extraen una lectura bien clara: no permitir que el ‘oro negro’ siga depreciándose.

Este domingo se conoció la decisión de varios miembros del cártel, así como de Rusia, de prorrogar durante el segundo trimestre del año las limitaciones de la oferta. El analista de Bloomberg Salih Yilmaz califica de «sombrías» las perspectivas de demanda para el petróleo en este 2024, «especialmente en China», añade. «El robusto crecimiento incremental de la producción desde fuera del grupo también está obligando a la OPEP+ a retener las reducciones de la producción para mantener los precios por encima de los 80 dólares», considera el experto.

Por el momento, si esa es la meta de la OPEP+ (grupo formado por la OPEP y su ‘círculo externo’, liderado por Rusia), lo está consiguiendo por los pelos. El precio del barril de Brent llegó a subir este lunes hasta casi los 84 dólares, tras haber llegado a caer la semana pasada a poco más de 81 dólares; pero se desinfló el martes, cotizando al cierre de esta edición a algo más de 82 dólares.

«LA REDUCCIÓN DE LA OPEP Y SUS MIEMBROS A LA PRODUCCIÓN todavía deben ayudar a prevenir una gran acumulación de existencias y un mercado con un significativo exceso de oferta»

Salih Yilmaz, analista senior del mercado del petróleo en Bloomberg

La desaceleración del martes se la debemos a China, que llegó rauda al rescate anunciando un moderado crecimiento económico del 5% en el PIB y un límite al déficit fiscal del 3%, bastante más estricto que el 3,5% que se esperaba. Ambos factores arrastrarán a la baja la demanda de petróleo por parte del gigante asiático. Y, por ende, también los precios.

El panelista de Bloomberg contempla incluso que el grifo de la OPEP permanezca cerrado incluso más allá del segundo semestre: «Las restricciones a la producción podrían persistir hasta el final del año», expone, ya que «si bien las reducciones reales de los miembros pueden seguir siendo inferiores a las prometidas en papel, todavía deben ayudar a prevenir una gran acumulación de existencias y un mercado con un significativo exceso de oferta».

Este exceso de oferta viene dado por el meteórico aumento de la producción petrolera de los países ajenos a la OPEP+. El suministro de los productores no vinculados al cártel, junto a una producción récord de esquisto en Estados Unidos, ha conseguido garantizar el abastecimiento a nivel global y mantener una relativa contención en los precios del crudo.

petróleo fracking endeavor diamondback
Instalación de ‘fracking‘ para la extracción de petróleo de esquisto

Paradójicamente, los países de la OPEP han mantenido significativas reservas de petróleo desde la pandemia, en previsión de que ocurra exactamente lo contrario: un embudo en el abastecimiento que dispare los precios. «El alto nivel de capacidad no utilizada del grupo es una de las principales razones por las que los precios del crudo han sido más resistentes a las perturbaciones de la oferta», explica Yilmaz.

Se calcula que el ‘petróleo de emergencia’ almacenado por la OPEP asciende a una capacidad de unos 6,1 millones de barriles al día. Los países de la organización con mayores porcentajes de la reserva son Arabia Saudita (45%), Emiratos Árabes Unidos (17%), Irán (15%) e Irak (9%).

UNA DECISIÓN ARRIESGADA (TAMBIÉN PARA LA OPEP)

El también analista Will Hares, experto en el sector energético, enfatiza que las cortapisas de la OPEP a la producción podrían tener repercusiones no solo en el mercado internacional del crudo, sino en la estabilidad de la propia organización. «Si las restricciones para contener los precios llevan a una pérdida de cuota de mercado de los países externos al cártel, algunos miembros podrían oponerse a futuras limitaciones de la producción», vaticina.

Para Hares, la recurrente política de ‘cerrar el grifo’ «podría empujar a algunos miembros a cuestionar el valor de su membresía y salir de la OPEP», especialmente en el caso de los estados menos importantes que viven a la sombra del líder de facto, Arabia Saudí. «Los países miembros más pequeños que se fueron y luego regresaron, como Gabón (reincorporado en 2016), Guinea Ecuatorial (2017) y la República del Congo (2018), también pueden reconsiderar su participación», expone.

Con tensiones internas o sin ellas, la otrora todopoderosa OPEP está entre la espada y la pared. Su cuota en la oferta mundial de petróleo se ha reducido 10 puntos porcentuales en la última década, con EE.UU. fagocitando casi todo ese terreno perdido (9 puntos porcentuales). Ya no estamos en los años 70 y el mercado ya no baila al son del cártel, que juega a la desesperada sus cartas para mantener las ganancias en una industria cada vez más arrinconada por la transición energética.

Mohamed Bin Salman Arabia Saudí Petróleo

Una de esas cartas es el calculado manejo de la información, en especial de las previsiones de demanda. En este aspecto, el cártel se ha caracterizado en los últimos tiempos por nadar a contracorriente, intentando convencer al mercado de que los combustibles fósiles seguirán moviendo el motor de la humanidad. Esta postura ha chocado con los planes de descarbonización de Occidente.

A mediados de enero, la organización agitó el miedo a la escasez mediante su informe mensual, en el que reiteraba su previsión de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2024 en 2,2 millones de barriles diarios, con un aumento de alrededor de 0,3 mb/d en la OCDE y de unos 2,0 mb/d en los países no pertenecientes a la OCDE.

LA OPEP SE MUESTRA CONFIADA EN LA SÓLIDA DEMANDA DE PETRÓLEO ESTE 2024, PERO, DE FORMA INCONGRUENTE, PROTEGE LOS PRECIOS LIMITANDO ‘SINE DIE’ LA PRODUCCIÓN

Tan solo un día después, la Asociación Internacional de la Energía (AIE) -organismo, para más señas, adscrito a la OCDE- desmontaba por completo este vaticinio afirmando no solo que la subida de la demanda mundial de crudo se frenará de manera sustancial este año, sino que el aumento del consumo de petróleo estimado será la mitad que el registrado en 2023, quedando incluso por debajo del avance previsto en el suministro. En concreto, el aumento de la demanda en 2024 se quedará en 1,2 mb/d, según la AIE.

Ahora, la OPEP protege su negocio prolongando el tope a la producción, lo que no deja de ser incongruente con su propia predicción, que pinta a los países del mundo quitándole el petróleo de las manos.


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