La reina Letizia está atravesando por momentos de nerviosismo y preocupación, ya que su hija Leonor, la princesa de Asturias, se encuentra en una etapa crucial de su vida que le depara grandes responsabilidades en el ámbito público. Ante la inminente llegada de la mayoría de edad de la heredera al trono, la reina Letizia se ve enfrentada a la incertidumbre de lo que le depara el futuro a su hija y la presión mediática que conlleva su posición.
1Las reticencias de la reina Letizia a la exposición de la princesa Leonor al público
La imagen que la reina Letizia nunca quiso ver es la de una Leonor expuesta a la vorágine mediática y a la expectativa de todo un país que espera que la joven cumpla con el legado de la corona. En el palacio de la Zarzuela, el corazón de la reina está en un puño, consciente de que su hija pronto será el centro de atención de la monarquía y que deberá enfrentarse a situaciones que ella misma ha experimentado con dificultad, según afirma EnBlau de ElNacional.cat.
Ante este escenario, la reina Letizia se encuentra en un equilibrio delicado entre proteger a su hija y prepararla para asumir el papel que le corresponde como futura reina de España. Sin embargo, no le llega la camisa al cuello con lo que le espera a Leonor, y tanto ella como su marido, el rey Felipe VI, están conscientes de los desafíos que se avecinan para la princesa.