Telepizza, bajo su actual nombre comercial, Food Delivery Brands, ha emitido hace unos días una nota de prensa sobre su actividad en 2023. En esa nota de prensa no había ninguna alusión a su situación financiera, porque es la de una empresa descapitalizada.
Telepizza dice que en 2023 ha consolidado su red de restaurantes con 22 nuevas aperturas en España y afirma que ha “sobrepasado así sus objetivos de crecimiento anuales”. Dice también que llega a más de 32 millones de clientes y que es la única marca con presencia en todas las ciudades de 40.000 habitantes y en más de 100 municipios de menos de 20.000 habitantes”.
Y que en 2023 “ha reforzado su liderazgo en el sector y ha visto incrementar el consumo en su red de restaurantes en más de un 27% respecto a 2022”.
Lo cierto es que el informe de auditoría de PricewaterhouseCoopers (PwC) correspondiente a 2022 expone claramente “la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de (Food Delivery Brands) para continuar como empresa en funcionamiento”.
Sin menoscabo de lo que pueda acontecer los próximos meses, lo cierto es que la antigua Telepizza se encuentra en un proceso de reestructuración de su deuda y recapitulación, y es esa misma empresa que en abril de 2016 volvió a la bolsa española a un precio de 7,75 euros que otorgaba una valoración de unos 800 millones de euros.
Y cuidado, porque en 1998, en pleno auge de la compañía, marcó máximos en los 9,99 euros que suponían un valor de unos 1.936 millones de euros. Eso colocó la Telepizza en el Olimpo del Ibex 35.
Bien. Pues según el informe de auditoría del ejercicio 2022, Food Delivery Brands, tiene un patrimonio neto inferior a dos terceras partes del capital social; en concreto, 15.357.204 euros.
Al menos no estaba tan mal en ese momento como estuvo en 2013 cuando registraba un patrimonio neto negativo que obligó a una recapitalización de 530 millones de euros. Eso sí, de esos 530 millones de 2013 quedaban al cierre de 2022 sólo 15 millones.
LA VICTORIA TIENE MUCHOS PADRES, PERO LA DERROTA…
Lo cierto es que la historia de éxito de Telepizza se mantiene mientras su fundador, Leo (Leopoldo Fernández-Pujals) lleva el timón de la nave. Esto se termina en 1999 cuando el fundador termina de colocar en Bolsa su 38,8% del capital, que realiza de forma muy abrupta con una venta en bloque de un 30,25% fuera de mercado.
Telepizza queda en manos de Pedro Ballvé y José Carlos Olcese que apuestan por la expansión de la marca a través de adquisiciones de negocios e instalaciones ya fuera de España. Por aquel entonces, Telepizza se hace con la cadena de pizzerías Jeno’s y abre en lugares tan exóticos como Dubai (2008) o Rusia (2013).
Pero la expansión tiene unos costes muy elevados y en 2013 llega el gran crash de la compañía con unas pérdidas de unos 85 millones de euros derivadas de unas ventas consolidadas de unos 314 millones y una deuda de unos 520/530 millones a los bancos y otros 195 millones a las empresas filiales.
Esa deuda obliga a la empresa a buscar dinero debajo de las piedras, motivo por el que vuelven a salir a bolsa (2016) y amplían capital varias veces. Como las matemáticas no mienten, entre 2013 y 2018 Telepizza tuvo que devolver unos 320 millones de euros y, aunque se recapitalizan, los 2.000 millones de euros de ingresos en 2018 sólo permiten un resultado de explotación del 9%, unos 173 millones.
Esa necesidad de capital abre la puerta a fondos de Private Equity y especializados en deuda distressed (deuda emitida por empresas en problemas), más conocidos como vulture funds o Fondos Buitre. Llegan los KKR, Oak Hill Advisors, L.P., Blantyre Capital Limited, H.I.G Capital, LL., Fortress Investment Group LLC y Treo AM.
TELEPIZZA: SEGUNDAS PARTES NUNCA FUERON BUENAS
Así las cosas, Telepizza vuelve al mercado continuo español en el mes de abril de 2016, nueve años después. Lo hace a través de una Oferta Pública de Venta (OPV) y una Oferta Pública de Suscripción (OPS). La idea era utilizar el capital de la OPS principalmente para reducir una deuda que en aquellos momentos era de unos 287 millones de euros.
Dos de sus grandes accionistas hasta ese momento, el fondo Private Equity de Permira y Carval (controlado por la familia Ballvé) que tenían entre ambos el 51% de Telepizza aprovechan para abandonar las cocinas de Telepizza y se quedan sólo con el 12,8%. El 49% restante queda en manos de KKR y sus fondos.
Como todo el mundo puede entender, las cuentas de Telepizza olían mal y su retorno a la Plaza de la Lealtad pasó a los anales de la Historia como el peor debut del mercado español. Las acciones se dejaron un 19,5% ese primer día, claro síntoma de que el secreto ya no estaba ni en la masa, ni en ningún sitio.
Para 2018, y antes del affaire Pizza Hut, KKR habría elevado su participación. Este control de Telepizza termina con la OPA de KKR a seis euros que ofrecía una prima de 24% sobre el precio de mercado.
Cuentan las crónicas que la oferta de KKR llegó dos días después de que Telepizza y Pizza Hut cerraran un acuerdo que abría la puerta de par en par de la española a los fondos de la estadounidense.
UNA HUIDA HACIA ADELANTE: PIZZA HUT
A perro flaco todo son pulgas y en mayo de 2018 los fondos propietarios de Telepizza (básicamente KKR) alcanzaron un acuerdo con su rival Pizza Hut por el que la española se vende a cero euros a la estadounidense a cambio de que esta no desembarque en España con toda la fuerza de sus finanzas saneadas.
La sociedad intermediaria se denominaba Tasty Bidco y estaba participada en su totalidad por fondos gestionados o asesorados por KKR.
Lo ‘gracioso’ de la empresa es el nombre. Tasty significa sabroso/a y podía tener su punto en que fuera una empresa creada ad hoc para hacerse con una firma de pizzas. Pero Bidco es un acrónimo formado por la palabra Bid (puja/oferta) y Co (company). A buen entendedor pocas palabras bastan, y KKR creó una empresa que se llamaba algo así como la ‘empresa de la oferta sabrosa’ para hacerse con Telepizza. Vamos, que la estadounidense no se escondió nada y hasta se permitió un ‘chiste’.
Quizás con esa misma retranca, Pizza Hut establece dos condiciones: la primera era que Telepizza debía salir del mercado iraní. La segunda que al menos las tres cuartas partes del capital debía acudir a la oferta. Y eso fue más peliagudo. Quizás porque alguno de los fondos implicados sabía inglés y no encontraba la gracia del nombre, quizás porque a pesar de los números de Telepizza, el precio que pagaba KKR era poco.
El caso es que la oferta de KKR y sus amigos sólo convenció a un 27,73% adicional y quedaba muy lejos de ese 75% del capital restante que se estableció como mínimo. Pero alcanzaba un 56,29% que le aseguraba el sí mínimo necesario para convencer a sus acreedores de entonces: Banco Santander, Citi y Barclays.
Y para sacar a Telepizza del mercado, tal y como se establecía en la oferta de KKR. El 25 de junio de 2019 se solicita la exclusión y el cinco de julio se ejecuta. La orden sostenida de compra de KKR acumula el sí de accionistas que no tienen otra alternativa que vender a la estadounidense y ya es propietaria del 83,96% del capital.
PIZZA HUT ES YUM! BRANDS, EX PEPSICO
Yum! Brands es una escisión de Pepsico (1997) y la mayor empresa de restauración del mundo con unas 1.500 franquicias que operan más de 55.000 restaurantes en más de 155 países y territorios.
Sus marcas -KFC, Pizza Hut y Taco Bell- son líderes mundiales de las categorías de pollo, pizza y comida mexicana, respectivamente. Además, The Habit Burger Grill es un concepto de restaurante fast-casual especializado en hamburguesas a la parrilla, sándwiches y mucho más que todavía no tiene presencia en España.
Pizza Hut explica en su web que “hace más de 60 años, los hermanos Carney pidieron prestados 600 dólares a su madre y se propusieron cambiar la forma en que el mundo conocía la pizza. Desde nuestros modestos comienzos en 1958, Pizza Hut ha crecido hasta convertirse en la mayor empresa pizzera del mundo. Tenemos más de 19.000 restaurantes en más de 100 países”.
UNA FILIAL DEL GIGANTE PIZZA HUT
Los medios explicaban que Telepizza se convertía en una especie de filial de Pizza Hut (Yum! Brands) que sería propietario de todos los restaurantes y que cobraría un porcentaje de entre el 3,5% y el 6% de las ventas.
Algunos curiosos leen el informe de auditoría de ese 2018 y desvelan que el acuerdo se formaliza en diciembre de 2018 y entra en vigor el 30 de ese mismo mes. Telepizza firma un contrato de franquiciado maestro exclusivo de Pizza Hut en América Latina, Caribe, España, Portugal y Suiza por un periodo de entre 25 y 50 años, según territorio.
Telepizza paga un canon inicial de franquicia de 11,85 millones de euros pagaderos en 2021 (tercer año de vigencia del contrato), paga también un canon de alianza del 3,5% de las ventas y se compromete a abrir 1.300 restaurantes en diez años -con objetivos anuales acordados por ambas partes.
Una vez cumplidos los objetivos en cada uno de los tres primeros años, Telepizza recibiría un incentivo con objetivos anuales sujeto a la consecución de un total de 25 millones de dólares en estos tres años, que se reconocerá como ingreso en la medida en que se cumplan los objetivos de reconversión.
Pasan los tres años y llegamos a 2021. Telepizza tiene a Jacobo Caller al frente y pasa a denominarse Food Delivery Brands. De todo el emporio internacional quedan los restaurantes de Telepizza, Pizza Hut, Apache en Irlanda y Jeno’s en Colombia. Pero el problema de la deuda sigue ahí. La agencia de calificación financiera Moody’s le otorga una nota de Caa2 (distressed debt o máxima especulación) y Telepizza reestructura su deuda con una quita del 50%.
Pero para nada. Repetimos que según el informe de auditoría del ejercicio 2022, Food Delivery Brands, tiene un patrimonio neto inferior a dos terceras partes del capital social (15.357.204 euros).
TELEPIZZA HOY NI TIENE NI MASA, NI SECRETO
Food Delivery Brands (Telepizza) ya no tiene accionistas y pertenece a sus acreedores. La quita del acuerdo de reestructuración era de unos 300 millones (el 67%) de su pasivo. Explican que Santander y el ICO (Instituto de Crédito Oficial) votaron en contra porque no querían asumir tales pérdidas.
Y el resto de los accionistas ahora tienen (tendrán) unos instrumentos derivados que se denominan warrants en un importe de unos 350 millones y que podrían convertirse en acciones si en algún momento, Telepizza ‘sale del hoyo’.
Telepizza se ‘lava las manos’ ante los impagos de sus franquiciados
Por otro lado, la ‘filial’ de Yum! ha roto en enero de 2023 parte del acuerdo para reducir su presencia en América y quedarse sólo en Ecuador, México, Chile y Colombia donde gestiona la marca Pizza Hut ¿por qué? Porque la pandemia por el Covid impidió el cumplimiento del acuerdo de las aperturas acordadas y eso podría tener una penalización imposible para Food Delivery Brands.
Así, Telepizza se ha recapitalizado y ahora pertenece a sus acreedores, entre los que se incluye ‘Juan Español’ a través del ICO. Poco queda ya incluso de los fondos buitre, pues hasta esos se fueron volando y la nueva pizza que sale del horno quema los dedos de aquellos que acudieron en su rescate en algún momento en el que pensaban que todavía había algún secreto en la masa.
Pues la nueva masa de Telepizza, si todavía queda alguien que conozca el antiguo secreto en la compañía, será light porque Food Delivery Brands trabaja en adelgazar su red de restaurantes. El nuevo maestro pizzero será Rafael Herrero que viene de Alsea y que tendrá un nuevo consejo de administración.