Telefónica ha pasado a ser la segunda operadora de telefonía y conectividad de España una vez que se ha aprobado desde Bruselas la fusión Orange y MásMóvil, precisamente el año en el que se cumple su centenario como empresa motora de la modernización de España en materia de telecomunicaciones. Tal y como ha dicho su presidente, José María Álvarez-Pallete, frente a la excesiva regulación «necesitamos que nos dejen competir». Para ello, la compañía ha dejado abierta la posibilidad de adquirir otras operadoras, como Avatel, y quizá tenga que revisar sus tarifas premium aunque no quieran una vez que Zegona convierta Vodafone en otra «low cost» y la competencia crezca.
Europa ha tardado, pero con la aprobación de la fusión de Orange y MásMóvil ha abierto el cofre de Pandora. Aunque le ha costado dos largos años, con unos remedies no demasiado dolorosos, la aprobación demuestra que se puede conseguir crear grandes empresas con mayor músculo comercial y capacidad de realizar la necesaria inversión para que Europa coja carrerilla y no se quede atrás. Tal y como indica el nuevo informe de la Asociación Europea de Operadores de Telecomunicaciones (ETNO), «Europa acumula una década de declive y falta de inversión y precisa de un cambio de políticas en materia de competencia».
En este sentido, el libro blanco recién presentado por Bruselas abre la puerta a ese cambio de regulación, para que empresas tractoras puedan competir en el mercado sin ataduras, y en el caso concreto de Telefónica, recuperar su posición de liderazgo por la vía del crecimiento orgánico, con propuestas comerciales atractivas, o inorgánico, mediante la compra o la fusión con medianas y pequeñas operadoras y OMVs.
TELEFÓNICA DEBE RECUPERAR ABONADOS
Con la fusión, la cuota de banda ancha fija de Orange y MásMóvil juntas alcanzan los 7.212.505 de líneas, mientras Movistar tiene 5.784.633 líneas, Vodafone 2.876.719, Digi aproximadamente 1.240.000, y el resto de medianas y pequeñas operadoras cuentan con unas 500.000 líneas más. En porcentajes, la nueva joint venture alcanza una cuota de mercado del 41,8% y supera a Movistar, que tiene el 33,5%. Vodafone tiene el 16,7%, mientras que DIGI se queda en un cuarto lugar con su 7,2%.
Según datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) de diciembre de 2023, en cuanto a líneas móviles, el futuro ‘MásOrange’ (todavía no se conoce cuál será el nombre de la compañía resultante), acumula 25.465.935 líneas móviles y un 42,8% de cuota de mercado, Movistar se queda en 16.093.747 líneas y solo el 27% de cuota del mercado, Vodafone 13.081.115 líneas y una cuota del 22%, Digi unas 6.100.000 líneas y el 7,5% de cuota y el resto de telecos casi alcanzan también el medio millón de líneas.
el futuro ‘MásOrange’ acumula 25.465.935 líneas móviles y un 42,8% de cuota de mercado, Movistar se queda en 16.093.747 líneas
Donde, por el momento, Telefónica no baja al segundo lugar es en el número de clientes en su paquete televisivo, donde cuentan con 3.400.000 abonados, un 48,5% de alcance, frente al 31,6% de cuota que suman los 2.213.000 abonados de Orange y MásMóvil, y Vodafone, con 1.392.000 clientes para su opción de televisión, esta en la tercera posición, con un 19,9% del total de clientes de TV.
No obstante, mientras Orange y Más Móvil suman juntas 16 millones de unidades inmobiliarias de red de fibra óptica ultrarápida, en cuanto a la implantación de fibra, Telefónica mantiene su poder con 29,3 millones de unidades inmobiliarias conectadas en toda España.
En el marco de la Mobile Word Congress (MWC), tanto José María Álvarez-Pallete como Ángel Vilá no han dejado de recordar que Telefónica ahora puede zafarse de regulaciones que la constreñían a la hora de competir porque, claramente, ya no es un monopolio, ya no es incumbente y ya no tiene obligación alguna de mantener la vieja red de cobre. Aunque perder el liderazgo no es plato de buen gusto, demuestra que necesita poder volar comercialmente. Ahora debería ser libre para competir y poner en el mercado ofertas o crecer adquiriendo empresas. Así lo pide no solo la compañía española, sino todas sus compañeras del resto de Europa (el grupo Vodafone, Orange, o Deutsche Telekom), que las desregulen y puedan respirar.
TELEFÓNICA Y LA POSIBILIDAD DE COMPRAR OPERADORAS
Ante las cifras de usuarios finales, durante la reciente presentación de resultados de 2023 de Telefónica, el consejero delegado Ángel Vilá dejó la puerta abierta para alcanzar de nuevo la primera posición en «número de accesos en el mercado del retail español» con «lo que hace unos años hubiera sido imposible», pero en la actualidad sí, porque se abre un escenario nuevo desde el punto de vista de Competencia. La fusión es un hecho diferencial que abre un escenario nuevo, por lo que «puedan pasar a ser posibles cosas que quizás un tiempo atrás no podrían contemplarse».
Según explicó Vilá, se ha producido una progresión en lo que a desregulación del negocio en España se refiere y confirmó que «se nos podrán presentar oportunidades que en el pasado no hubieran sido tan fáciles o posibles«, en clara referencia a la operadora Avatel, por cuya posibilidad de compra preguntamos desde MERCA2, debido a que están también interesados en su adquisición tanto Zegona, la empresa compradora de Vodafone España, y varios grupos de inversión de capital riesgo.
Avatel cubre una amplia extensión de territorio rural y de la España vaciada y podría ofrecer a Telefónica, además de sus clientes, el dominio de unas zonas en las que hay que invertir
Avatel, mediante la compra de numerosas pequeñas operadoras rurales y locales (hasta155), cubre una amplia extensión de territorio rural y de la España vaciada, y podría ofrecer a Telefónica, además de sus clientes, el dominio de unas zonas en las que hay que invertir. Zonas que podrían despegar como lugares con un interesante crecimiento económico, una vez estuvieran tan hiperconectados como lo están las ciudades.
Vilá no negó que podría ser una opción, sino al contrario, valoró Avatel como una compañía «muy interesante» precisamente por esas compras realizadas en la España más rural, así como a la labor de sus fundadores y su equipo. «Es una compañía atractiva y socia de Telefónica, con la que tenemos relaciones mayoristas» dijo durante la presentación de resultados de la empresa, y aunque aseguró que no había nada más que comentar, la impresión es que es una opción viable a partir de ahora. Quizá tan viable como que podría plantearse la futura compra de otras operadoras, como Finetwork, Cableword, Vera, El Grupo Excom, IPO y otras muchas repartidas por toda España.
COMPETIR BAJANDO PRECIOS
No obstante Bruselas seguirá vigilando que exista suficiente competencia, aunque sea mediante la vía de las segundas marcas o low cost de las grandes operadoras, para que los consumidores españoles tengan acceso a mejores precios y ofertas de todo tipo. Estos mismos consumidores pueden acabar hartos de pagar de más con los contratos de las grandes operadoras como Movistar, la futura ‘MásOrange’ y Vodafone.
Con la fusión de Orange y MásMóvi,l y gracias a las condiciones impuestas con las que gana pulso Digi, Bruselas está convencida de que los precios en el sector no van a subir un 10%. Sin embargo, no parece que se vaya a generar demasiada competencia entre operadoras, como pretendían. Pero si Digi sigue ganando clientes por sus competitivos precios, y Vodafone se convierte en una operadora low cost más competitiva, Telefónica podría plantearse bajar los precios para arañar portabilidades por doquier, y ofrecer la calidad de sus paquetes de servicios a un precio que decidiera a los consumidores a contratar con Movistar sin pensárselo dos veces.
Bajar precios erosiona márgenes, si, pero como el objetivo de Bruselas es favorecer que los ciudadanos tengan conectividad y puedan pagársela, si no se producen nuevas uniones empresariales, podría darse en España una revisión de tarifas premium a la baja para ganar en clientela de manera orgánica. A los consumidores, nos encantaría, por supuesto.