Aunque este invierno ha tenido fases en las que parecía que la primavera se había saltado la fila, lo cierto es que al frío aún le quedan unas semanas, por lo que aún tocará pasar por la caja registradora del gas para caldear nuestras casas. En este caso, y a diferencia de lo que ocurre con muchos suministros, la mejor opción está clara y tiene nombre y apellidos: la Tarifa de Último Recurso (TUR).
Estas siglas han hecho correr ríos de tinta en el mercado de la energía, y es que pocas facturas han generado tanto consenso a su favor como ésta. La TUR es la tarifa utilizada en el mercado regulado de gas natural; es decir, la modalidad de comercialización de gas en la que el precio está fijado por el Gobierno. La TUR no debe ser confundida con los descuentos o ventajas que se ofrecen a los consumidores más vulnerables o que cumplen con una serie de requisitos, como es el caso del Bono Social Térmico.
LA TUR, UNA TARIFA ‘POPULAR’
La TUR solo puede ser ofrecida por las llamadas comercializadoras de referencia, que son aquellas compañías que operan en el mercado regulado por el Gobierno y tienen licencia para otorgar el Bono Social Eléctrico y el Bono Social Térmico. Algunas de las principales características de este tipo de contratación son la ausencia de cláusula de permanencia, la duración de 12 meses y, como se ha dicho, un precio fijo para todo el territorio español que es determinado por la Administración.
Este precio es sometido a revisión cada trimestre, pudiendo subir, bajar o mantenerse estable según la coyuntura nacional e internacional del hidrocarburo. Además, cada 1 de octubre, se revisan los peajes y cargos que afectan a todas la tarifas, incluida la TUR, y se controla si la tarifa de acceso en función del consumo de los últimos 12 meses es la correcta.
Pueden acogerse a la TUR aquellos usuarios cuyo consumo anual sea inferior a los 50.000 kilovatios hora (kW/h), LO QUE HACE QUE SEA ACCESIBLE A LA GRAN MAYORÍA DE HOGARES
Por último, y no menos importante, es el filtro existente para esta modalidad: solo pueden acogerse aquellos usuarios cuyo consumo anual sea inferior a los 50.000 kilovatios hora (kW/h). En la práctica, sin embargo, esta cifra es lo suficientemente elevada para que la inmensa mayoría de familias tengan acceso a su contratación, ya que el gasto de gas de una vivienda no suele exceder los 15.000 kw/h al año.
Actualmente, el número de usuarios de gas adscritos a la TUR asciende a casi tres millones, frente a los alrededor de cinco millones que han optado por el mercado libre. Debido a la incertidumbre energética, las solicitudes para entrar en el mercado regulado se dispararon en 2022, llegando a provocar un colapso en los servicios de atención al cliente de las comercializadoras. Se estima que en el último año aproximadamente 1,5 millones de personas se pasaron a la TUR, con lo que la penetración comercial de ésta en España se duplicó.
SALE MÁS A CUENTA
Hay un motivo muy simple que explica el arrollador crecimiento de este tipo de tarificación: con ella, a medio y largo plazo se paga menos por el gas. Así de claro. Más allá de la sensación de seguridad que puede proporcionar el hecho de que se trate de un precio fijo (aunque, como se ha dicho, puede variar por arriba o por abajo en función de las revisiones trimestrales), el hecho es que tanto el regulador como las organizaciones de consumidores dicen que la TUR es el sistema más beneficioso para el usuario.
El secretario general de FACUA, Rubén Sánchez, afirma en declaraciones a MERCA2 que «a diferencia del Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) del mercado regulado de la luz, que ha tenido épocas en las que no era la mejor opción, todos los análisis históricos de la TUR la han puesto en mejor posición que las tarifas de mercado libre».
«LA TUR ES LA ÚNICA ALTERNATIVA PARA CONTAR CON FACTURAS AJUSTADAS; Tener un contrato de gas en el mercado libre es sinónimo de incrementar o incluso multiplicar por dos la factura»
Organización de Consumidores y Usuarios (OCU)
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por su parte, recomienda la Tarifa de Último Recurso como «la única alternativa» para contar con unas facturas ajustadas. «No hay otra opción» -expresa la organización en un análisis- «Tener un contrato de gas en el mercado libre es sinónimo de incrementar o incluso multiplicar por dos la factura».
Por último, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) calculó que durante el último trimestre de 2023 los hogares acogidos a la TUR de gas se ahorraron entre un 37,1% y un 56,3% respecto a los hogares adscritos a tarifas del mercado libre. La CNMC cuenta con un comparador de suministros en su página web que está abierto a cualquier consumidor que quiera hacer sus cuentas.
¿CÓMO CONTRATAR LA TUR?
Cualquier usuario cuyo consumo esté dentro de los límites establecidos para este tipo de tarificación puede contratar la TUR. Para ello, solo tendrá que ponerse en contacto con una de las comercializadoras de referencia y remitir la documentación pertinente: titular del suministro, dirección de la vivienda, Código Universal del Punto de Suministro (CUP) y la cuenta bancaria donde se van a domiciliar los pagos.