Desde que somos pequeños, nos han dicho que tenemos que comer acelgas, ya que tienen muchas propiedades y son buenas. El problema es que a muchos no les gustaba comérselas en su día, así que decidieron dejar de hacerlo y evitarlas en su edad adulta, presuponiendo que no iban a tener buen sabor.
Sin embargo, deberías pensarlo bien y darle una segunda oportunidad a este plato. ¿Por qué hacer eso? Porque la acelga tiene muchas propiedades y un gran sabor, siempre que se cocine bien. Por ello, vamos a ver cuáles son esas propiedades y alguna receta para cocinarlas con gusto y volver a disfrutar de ellas.
6Potaje de acelga y garbanzos
Finalmente, la última receta de la lista es este potaje de acelgas con garbanzos, un plato que entrará muy bien este invierno. Por cada 300 gramos de garbanzo en seco, vamos a necesitar 1 kilo de esta hortaliza. Además, añadiremos 3 dientes de ajo, una hoja de laurel, 2 clavos de olor, 200 gramos de tomate natural tamizado, 2 rebanadas de pan pequeñas, una pizca de pimentón dulce, una pizca de comido en polvo y aceite de oliva y sal.
Después de haber puesto los garbanzos a remojo durante una noche, cortamos la acelga, dividiendo por un lado las pencas y por el otro las hojas, cortando todo. Lo que tenemos lo introducimos en una olla exprés junto a los garbanzos, la sal, los calvos del olor y el laurel. Más o menos, lo tendrás cocinado en unos 15 minutos.
Para hacer el majado, pelamos los ajos en rodajas finas y los sofreímos. Además, freímos las rebanadas de pan unos minutos. Apartamos el pan y lo reservamos, añadiendo después tomate, sal, pimentón y comino en la misma sartén, para crear una salsa. Ahora trituramos el pan y los ajos con un poco de caldo del potaje que habremos apartado, echándolo todo después a la salsa de tomate y pimentón. Cuando esté listo el majado, abrimos la olla y echamos al majado, cociendo 5 minutos más. Ahora ya se puede comer y está listo para servir este potaje de garbanzos con acelgas.