El empecinamiento del Gobierno de coalición con su meta de extinguir la nuclear española está levantando ampollas no solo entre los industriales, sino también entre los trabajadores del sector. La sección de Industria de Comisiones Obreras (CCOO) ha pedido a las gestoras de las centrales que apliquen medidas y acuerdos concretos para clarificar la estabilidad del empleo, tanto del personal propio como contratista, so pena de poner en riesgo la seguridad de las plantas.
En una reunión mantenida el miércoles con los profesionales que coordinan las empresas auxiliares y propietarias de las cinco centrales nucleares, el sindicato analizó el futuro laboral de las plantillas y la situación de la energía nuclear. La conclusión transmitida por el colectivo es que el ‘cerrojazo’ del sector, criticado por el tejido empresarial por ideológico y precipitado, ha causado pérdida de motivación y una creciente degradación del clima laboral, «lo que podría tener repercusiones negativas en la explotación segura de las centrales nucleares», expresó en un comunicado.
CCOO advierte que el ‘cerrojazo’ del sector ha causado pérdida de motivación y una degradación del clima laboral, «lo que podría tener repercusiones negativas en la explotación segura de las centrales nucleares»
En consecuencia, CCOO exige a las compañías propietarias de las centrales nucleares (Iberdrola, Naturgy, EDP y Endesa) que establezcan programas específicos para solventar esta situación, tal y como ya les requirió el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Asimismo, el sindicato insta a las empresas a implantar medidas y acuerdos concretos que clarifiquen el futuro profesional de las personas trabajadoras en todas las centrales nucleares del país. Para ello, deben concretarse opciones de estabilidad, que reduzcan las incertidumbres y aseguren la estabilidad en el empleo.
CCOO salió al paso de las informaciones que aseguran que el CSN y Endesa apuestan por el ‘fichaje’ de nuevos empleados especializados para abordar el reto de cerrar en menos de una década las siete plantas con las que cuenta el sector nuclear en nuestro país. El sindicato rechaza esta opción, ya que considera que las personas que actualmente trabajan en estas centrales nucleares son quienes mejor conocen las instalaciones y cuentan con la formación requerida por el CSN. Por ello, aseguró que la plantilla actual es la idónea para llevar a cabo con éxito los procesos de desmantelamiento.
LA NUCLEAR, PROSCRITA POR EL GOBIERNO
El actual Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé el cierre de todas las centrales nucleares españolas en el período comprendido entre 2027 y 2035. El actual Gobierno de coalición ha reiterado en numerosas ocasiones que el abandono de la nuclear es innegociable, situándolo incluso a la cabeza de sus promesas electorales en materia energética.
Foro Nuclear, la entidad que ostenta el patronazgo del sector, se opone con firmeza a esta política, sosteniendo su postura con cifras. Según datos de Redeia (la antigua Red Eléctrica Española) las plantas atómicas españolas generaron durante el pasado año 54.275,01 gigavatios hora (GW/h), una cantidad que representa el 20,34% del total de la producción eléctrica neta. Con una potencia instalada neta de 7.117 megavatios (MW), tan solo el 5,71% del total, ha conseguido ser la segunda fuente de producción en España.
El presidente del Foro, Ignacio Araluce, parte de estos números para defender la firmeza y competitividad de esta fuente energética, por lo que solicita al Ejecutivo «replantear» la proyectada clausura de los reactores aún operativos en territorio nacional.
Las altas instancias de la UE han manifestado en múltiples ocasiones su apoyo a la energía nuclear: la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, llegó a dejar caer la posibilidad de subvenciones al sector
La generalidad del colectivo empresarial español se suma a esta corriente de opinión. El pasado noviembre, el Círculo de Empresarios tomó la palabra en el debate a través de un alegato contra «los posicionamientos ideológicos» que niegan la necesidad del mantenimiento de las fuentes de generación eléctrica consolidadas esenciales para la estabilidad del sistema, mencionando el caso específico de la energía nuclear.
Los empresarios abogan por una prolongación de la vida útil de las centrales nucleares en funcionamiento más allá de los cuarenta años de vida útil inicialmente previstos, rechazanndo el calendario de cierre impuesto por el Gobierno.
Por último, la energía nuclear también es tenida en alta consideración por la Unión Europea (UE) como un importante vector en la transición energética. Las altas instancias comunitarias han manifestado en múltiples ocasiones su apoyo a esta forma de generación, llegando a insinuar la posibilidad de subvenciones públicas al sector a través de la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen.