Las genuinas galletas María, presentes en innumerables desayunos desde su invención, tienen una curiosa historia aristocrática. A pesar de su origen, estas galletas se popularizaron y se convirtieron en una manera simple de abastecer a multitudes. Con un equilibrio entre dulzura y calorías, las galletas María que compartimos hoy son la elección perfecta para sustituir a las clásicas del supermercado, aunque un capricho ocasional tampoco está mal.
5ESTIRAR, CORTAR Y HORNEAR
Una vez que la masa esté lista, la estiramos con un rodillo hasta obtener un grosor de aproximadamente medio centímetro. Luego, cortamos la masa con un cortapastas del tamaño deseado. Si tenemos un cortapastas con la letra «M» para marcar, podemos usarlo para darle el distintivo de las galletas María.
Para evitar que la masa suba durante el horneado, pinchamos toda la superficie con un tenedor. Luego, horneamos las galletas a 180 ºC durante unos 10 minutos, o hasta que estén doradas. Una vez listas, las dejamos enfriar antes de disfrutarlas. Las galletas María caseras son perfectas para acompañar un café con leche o una taza de cacao caliente. Sin embargo, también pueden ser el ingrediente estrella en una deliciosa tarta de galletas.