Seguimos un día más con un nuevo capítulo de ‘La Promesa’, en el que las cosas se pondrán aún más tensas para sus protagonistas. Con la investigación de un asesinato de fondo y varios frentes abiertos, las cosas están cambiando poco a poco. Ahora Cruz tiene más miedo que nunca por ser descubierta.
También hemos conocido a un nuevo personaje, un viejo amigo de la marquesa, y hemos presenciado cómo Simona descubría que su hijo Antoñico no quiere hablar con ella, aunque no conoce los motivos. Resumimos lo ocurrido en los últimos episodios y ofrecemos un avance de lo que podrás ver esta tarde en ‘La Promesa’.
2El conde de Ayala llega a La Promesa
Esta semana hemos recibido a varios visitantes en ‘La Promesa’. Uno de ellos ha sido el conde de Ayala, un antiguo amigo de la marquesa y de su padre, Barón de Linaja. Hemos podido comprobar que tiene un carácter difícil, prepotente y altanero, por lo que no está haciendo amigos en el palacio.
También recibimos a una misteriosa amiga de Margarita en el palacio, que parece tener un pasado en común con Vera. De hecho, la doncella ha tratado de evitarla en todo lo posible. Y es que Vera está llena de secretos, pues hace poco descubrimos que esconde una gran suma de dinero en el desván.
Por otro lado, Vera no tiene ningún problema en coquetear descaradamente con Lope. Incluso logró tener una tarde libre para pasarla con el cocinero, a pesar de que Candela le advirtió que Lope sigue enamorado de María. Más tarde fue la propia María la que habló con ella sobre el tema y le dijo que eso no podía ser.
La tercera nueva visita que ha llegado a La Promesa ha sido Virtudes, la hija de Simona. Candela la localizó durante su misterioso viaje y la trajo consigo para que pudiera ponerse al día con su madre. Sin embargo, Simona no tardó en notar que su hija evitaba hablar de Antoñico.
Al final, Candela acabó diciéndole a su amiga que Virtudes no les estaba contando toda la verdad sobre su hijo. Por ello le preguntó directamente a Virtudes, aunque no obtuvo demasiada información. Más tarde la muchacha le reprochó a Candela haberle contado a su madre que Antoñico no quiere verla, pero la cocinera se defendió argumentando que su amiga merece saber la verdad.
Mientras tanto, Alonso y Rómulo han seguido sospechando que los disparos a Curro y Feliciano no fueron un accidente y han emprendido una ardua investigación. Esto tiene muy nerviosa a Cruz, que teme ser descubierta, pero a pesar de haberlo intentado no ha podido frenar a su marido.
Por otro lado, dos enlaces tendrán lugar muy próximamente en La Promesa. Catalina y Pelayo ya están organizando todo para su boda, algo que no le está gustando nada a Jerónimo. El socio de Pelayo ha vuelto a los alrededores de palacio para pedirle que busque un lugar donde guardar las armas, ya que acababa de firmar otro acuerdo con Mr. Cavendish. Además, le ha pedido que reconsidere su boda con Catalina, pues cree que tenerla tan cerca puede ser un peligro para su negocio.
Otra boda que se celebrará en breve será la de María Fernández y Salvador. Aunque Pía y Rómulo les han advertido que esperan debido a la proximidad del enlace entre Catalina y Pelayo, ellos se niegan a aplazar sus planes. En el anterior episodio vimos cómo Alonso se molestaba por la actitud de Salvador, que rompió los protocolos al marqués para casarse.
Respecto a Jana y Manuel, el señorito por fin ha conseguido que la doncella escuche sus advertencias sobre Abel. Le ha explicado cómo está jugando con ellos, y aunque a Jana le cuesta creerlo, ahora se plantea si el médico es de fiar.
Por último, Manuel decidió desobedecer a su madre y se propuso Copa Herzog Staackman de aviación, un reto que logró, clasificándose para la final.