Bruselas va a relajar su postura estricta sobre la consolidación de la industria de las telecomunicaciones móviles antes de que la actual Comisión finalice su mandato. Las solicitudes para fusionar empresas de diferentes países de la UE se presentan en la Comisión de la Competencia, departamento encabezado por la vicepresidenta ejecutiva, Margrethe Vestager, que hasta ahora ha sido férrea a la hora de permitir y fiscalizar fusiones. Vestager se irá pero podría no dejar el campo ‘quemado’ y cambiar su estricta política de unión de empresas antes de irse, lo que permitiría que el sector recupere la necesaria capacidad inversora en el viejo continente. Fusiones como la de Orange y MásMóvil en España pueden dar una pista.
EL ANÁLISIS DANÉS Y BRUSELAS
Según el análisis realizado por la consultora danesa Strand Consult, especialista en telecomunicaciones, dudan de que Bruselas (Vestager) cambie de opinión sobre la consolidación del mercado de las telecos de la Europa de los 27 porque «ha cimentado un legado de ser dura con los grandes jugadores y probablemente mantendrá esa marca hasta que salga por la puerta». La próxima Comisión Europea y la persona que suceda a Vestager podrían ser un agente de cambio que arregle la fallida política de fusiones de la UE. Esto podría comunicar que en Bruselas estaban equivocados.
Sin embargo, ante la necesidad de ayudar a financiar el 5G, de actualizar la redes obsoletas, y de llevar la fibra hasta el último rincón de la vieja Europa, la últimas informaciones apuntan a que la Comisión Europea podría no esperar a su renovación en 2025 y estar ya más abierta a las fusiones de las telecos, tal y como han pedido por activa y pasiva las grandes operadoras como Telefónica, Deutsche Telekom, Orange o Vodafone.
la telecos europeas han insistido que ellas están pagando en Europa la fiesta de la conectividad a los gigantes tecnológicos de otras regiones. como Google, Netflix, Meta o Amazon
Además, la telecos europeas han insistido que ellas están pagando en Europa la fiesta de la conectividad a los gigantes tecnológicos de otras regiones. como Google, Netflix, Meta o Amazon, y quieren que se regule que paguen el llamado fair share o «contribución justa» por el uso de sus redes, y así compartan sus enormes beneficios. Bruselas estaría preparando un libro Blanco que reconocería que las operadoras europeas no pueden invertir en las redes del futuro debido a su excesiva fragmentación, lo que no ocurre ni en EE.UU, o en China, donde solo compiten en el mercado tres empresas de conectividad.
Según describen los analistas daneses, «existen dos circunstancias que chocan una con otra y necesitan una solución en Europa» para posibilitar la necesaria inversión. Por un lado está la lucha pendiente contra la brecha de conectividad de banda ancha en la UE, que se estima en la necesidad de inversión de 174 mil millones de euros según sus propias cifras, y hasta 300 mil millones de euros según otras previsiones.
ORANGE Y MÁSMÓVIL, LA TENDENCIA?
Por otro, la tendencia hasta ahora de la Comisión de la Competencia de «disuadir» las fusiones de telecomunicaciones móviles, lo que consigue que las telecos no ganen músculo, compitan entre ellas, y frustra los incentivos y la capacidad de esta industria para hacer lo que se necesita que haga: invertir en infraestructura de banda ancha. La consultora danesa ha observado varias fusiones, tanto las rechazadas en Europa como las aprobadas en otras regiones del mundo, y su conclusión es clara; hasta el momento «las autoridades de competencia tienen una comprensión limitada del impacto del desarrollo tecnológico sobre la competencia en el mundo de las telecomunicaciones».
Algo está cambiando cuando, a pesar de haber tardado dos años en estudiar y decidirse a aprobar la fusión en España de Orange (segunda operadora en nuestro mercado) y MásMóvil (cuarta), la fusión, salvo sorpresa, se producirá. También sorprende la rapidez con la que ha aceptado la compra de Vodafone por parte del fondo inglés de inversión Zegona. Faltaría ver si le permitiría comprar la sexta operadora española, la rural y local Avatel, si se confirma que el fondo inversor la está pretendiendo para unirla a la tercera operadora, Vodafone, y coger mayor músculo en número de clientes.
la brecha de conectividad de banda ancha en la UE, que se estima en la necesidad de inversión de 174 mil millones de euros según sus propias cifras, y hasta 300 mil millones de euros según otras previsiones.
Para la consultora, y tras sus investigaciones, «las empresas de telecomunicaciones europeas deben ser más inteligentes en sus estrategias de consolidación; las autoridades antimonopolio necesitan mejorar sus conjuntos de herramientas y técnicas de medición; y los formuladores de políticas deben modernizar el estándar de revisión«. Es decir, o todo cambia, o perdemos el tren de la conectividad en Europa.
Según explican, tras evaluar fusiones y adquisiciones en todo el mundo, los reguladores miraban el número de competidores en cada país y su participación del mercado, pero este enfoque se quedó obsoleto cuando los operadores dejaron de ofrecer un único servicio y tener una única red. En la actualidad, y desde hace muchos años, ofrecen paquetes con varios servicios como telefonía (móvil, fija), internet y televisión, todo junto, lo que ya son servicios más competitivos.
BRUSELAS, CULPABLE DEL DÉFICIT DE INVERSIÓN
La consultora también pone el foco en lo inadecuado y contraproducente de la imposición de los remedies o condiciones para aprobar cualquier fusión, aduciendo la necesidad de compensar desequilibrios, cuando los analistas ven que terminan creando «nuevos e involuntarios» desequilibrios y desigualdades, por lo que «es hora de que los operadores, reguladores y autoridades de competencia actualicen sus conocimientos sobre lo que crea competencia en el mercado de las telecomunicaciones».
Este sería el caso en España de los acuerdos a los que MásMóvil y Orange han llegado con Digi; podrá contar con 60 megahercios (MHz) de frecuencias radioeléctricas por un importe total de 120 millones de euros, y un contrato National Roaming Agreement o NRA, o de roaming con el que podrá utilizar la red móvil de Orange a un buen precio, opción que puede o no activar si le conviene, y puede dejar a Telefónica sin el cliente rumano, que utiliza su red móvil en España. Con estos acuerdos, Digi se convertirá en la cuarta operadora del país, se volverá más competitiva, y el mercado de las telecos española continuará igual de fracturado que hasta ahora.
Solo un cambio de opinión de Margrethe Vestager sobre la consolidación daría una nueva perspectiva a sus decisiones de los últimos nueve años, que se califican por los expertos como políticas fallidas que han tenido graves consecuencias al provocar una importante brecha de inversión en Europa, en comparación con otras regiones líderes.
la locura de los reguladores al rechazar de 4 a 3 fusiones por razones de competencia y precio, sirvió para descubrir que su lógica era errónea y que los precios aumentaron
Strand Consult deja constancia de que Margrethe Vestager y su equipo en Competencia «no entienden el mercado de las telecomunicaciones y lo que se necesita para competir«, y para ello recuerda los casos de fusiones fallidas debido a las bloqueos y decisiones contrarias de la Comisión, como Telenor y Telia en Dinamarca en 2015, Hutchison 3G UK y Telefónica UK (O2) en 2016, en teoría para mantener los «precios asequibles y la innovación» al servicio de los consumidores británicos.
Según revelan, «la locura de los reguladores al rechazar de 4 a 3 fusiones por razones de competencia y precio, sirvió para descubrir que su lógica era errónea y que los precios aumentaron» en el caso de la fallida fusión de Telenor Telia en Dinamarca. Para los consultores daneses hay cuatro factores que deben estudiarse antes de evaluar las fusiones y consolidaciones empresariales de las telecos, y son la competencia de los principales proveedores (OTT), la evolución de la tecnología de red, si las partes son proveedores de servicios únicos o completos, y la regulación futura.
En Europa el enfoque de precaución ha resultado en una brecha de inversión en redes de 150 mil millones de euros,
Para ello, ponen ejemplos de cómo estos aspectos se han tenido en cuenta para bien en mercados de otras latitudes. «Los diez operadores con licencia iniciales para Hong Kong en 1996 se habían reducido a cuatro en 2014; en EE.UU. los 4 grandes operadores se han reducido a 3; A Kenia le quedan 3 operadores después de que Essar salió del mercado en 2014 y a Brasil también le quedan 3 operadores nacionales después de que el operador más débil abandonara, y en Corea del Sur, pasaron de 5 a 3 operadores.
Según la consultora, «en general, EE.UU. ha tenido una visión preferible de la consolidación que la UE, al menos en lo que respecta a los factores macroeconómicos y la competencia dinámica. Allí disfrutan de un nivel de inversión per cápita que duplica el de Europa, donde su enfoque de precaución ha resultado en una brecha de inversión en redes de 150 mil millones de euros, la ausencia de operadores móviles paneuropeos, un predominio de DSL para el acceso de banda ancha de línea fija y una hoja de ruta cada vez más larga hacia 5G», argumentan.