Dada la situación económica actual, con un aumento constante de los precios debido a la inflación y al alza en los costos de la energía y los combustibles, es común recurrir a las tarjetas de crédito para hacer frente a imprevistos. Es crucial elegir sabiamente qué tarjetas utilizar y cómo administrarlas para evitar problemas futuros.
Una tarjeta de crédito es un medio de pago que permite a los usuarios realizar compras o retiros de efectivo hasta cierto límite de crédito establecido por la entidad emisora. Los usuarios pueden utilizar el crédito concedido para realizar compras y luego pagar el saldo total o parcial en el futuro, con intereses si es necesario. Dentro de estos sistemas de crédito se encuentran las tarjetas revolving, que son más comunes de lo que se piensa. Entender cómo operan es crucial para evitar que se conviertan en un problema.
7SON CÓMODAS PERO PUEDEN TRAER PROBLEMAS
Muchas personas han utilizado las tarjetas revolving como una forma conveniente de realizar pagos sin darse cuenta completamente de las implicaciones financieras. El problema surge cuando no se controla el uso de la tarjeta y se acumulan intereses y comisiones debido a pagos atrasados o al pago mínimo. Esto puede llevar a una rápida acumulación de deuda, especialmente si la cantidad adeudada supera el límite de la tarjeta, lo que resulta en la aplicación de intereses adicionales. Como consecuencia, la deuda puede prolongarse indefinidamente y parecer difícil de saldar.