Dada la situación económica actual, con un aumento constante de los precios debido a la inflación y al alza en los costos de la energía y los combustibles, es común recurrir a las tarjetas de crédito para hacer frente a imprevistos. Es crucial elegir sabiamente qué tarjetas utilizar y cómo administrarlas para evitar problemas futuros.
Una tarjeta de crédito es un medio de pago que permite a los usuarios realizar compras o retiros de efectivo hasta cierto límite de crédito establecido por la entidad emisora. Los usuarios pueden utilizar el crédito concedido para realizar compras y luego pagar el saldo total o parcial en el futuro, con intereses si es necesario. Dentro de estos sistemas de crédito se encuentran las tarjetas revolving, que son más comunes de lo que se piensa. Entender cómo operan es crucial para evitar que se conviertan en un problema.
5INTERESES DE HASTA EL 30%
Los intereses de las tarjetas revolving suelen oscilar entre el 20% y el 30%, mientras que en otros tipos de créditos al consumo son considerablemente más bajos, alrededor del 7% al 9%. Esta diferencia en las tasas de interés hace que las deudas generadas con tarjetas revolving puedan crecer de manera desproporcionada si no se pagan las cuotas y se devuelve el dinero adeudado. Por ejemplo, una compra de 900€ con una tarjeta revolving podría terminar costando 2.900€ debido a la acumulación de intereses. Es importante estar al tanto de estas condiciones para evitar caer en una situación de sobreendeudamiento.