Durante la Segunda Guerra Mundial, hubo escasez de ingredientes y los pasteleros tuvieron que ser creativos. Se dice que uno de ellos decidió usar remolacha para hacer un bizcocho rojo, ya que era un ingrediente disponible y añadía color y humedad al pastel.
Sin embargo, la receta tal como la conocemos hoy en día se popularizó en 1943 gracias a Irma S. Rombauer, quien incluyó una versión en su famoso libro de cocina «The Joy of Cooking». A partir de ahí, la tarta Red Velvet se volvió muy popular, especialmente en los hoteles de lujo de Nueva York y Los Ángeles, donde se convirtió en un símbolo de elegancia y sofisticación.
5CORTAR EL BIZCOCHO EN TRES PISOS
Después de hornearla, sacamos la tarta del horno y la dejamos enfriar dentro del molde durante 10 minutos. Luego, la invertimos sobre una rejilla y la dejamos enfriar completamente durante al menos un par de horas. Una vez que el bizcocho esté bien frío, retiramos la parte superior y la reservamos. Después, cortamos el bizcocho en tres partes de altura similar. Para hacerlo, medimos la altura del bizcocho y dividimos esa cifra entre 3, de esta manera obtendremos tres planchas de bizcocho.
Para cortar el bizcocho en tres partes, primero determinamos la altura total del bizcocho y dividimos esa medida por tres. Luego, con una lira (una herramienta especializada para cortar pasteles) o un cuchillo de sierra largo, marcamos la altura deseada en los laterales del bizcocho y cortamos cuidadosamente en línea recta. Repetimos este proceso una vez más para obtener las tres capas del pastel.