J. F. Lamata ejerce como disco duro de los medios de comunicación españoles en el último siglo, tal y como ha demostrado en los periódicos en los que colabora y en su extraordinaria y nunca bien ponderada Hemeroteca del Buitre.
Sobre este proyecto hercúleo comenzamos una conversación que deriva, inevitablemente por el obsesivo interés de entrevistador y entrevistado, en el análisis del ecosistema mediático patrio:
PREGUNTA (P): ¿Cómo nace la Hemeroteca del Buitre?
RESPUESTA (R): Fue un proyecto universitario puesto en marcha por un grupo de estudiantes de Periodismo en la Francisco de Vitoria que queríamos buscar algo así como la jurisprudencia en materia mediática. Un profesor nos dijo que hablar del pasado es alimentarse de muertos, como los buitres.
Y de ahí su nombre. Hemeroteca del Buitre nació como web en 2010, luego evolucionó hacia algo más personal y ahora se está desarrollando principalmente en Youtube. El proyecto se nutre de los ratos que sacó de mis trabajos como doblador y en una universidad.
Actualmente el portal cuenta con más de 5.000 entradas de política, 3.000 de periodismo, otros tantos de internacional o 1.800 de asuntos empresariales.
(P): Hace dos años presentaste tu tesis doctoral, ‘Enfrentamientos entre empresas de comunicación a través de sus medios (1977-2018)’ en la que explicas que el trasfondo de muchas de las guerras mediáticas son derivaciones de peleas ideológicas o económicas.
(R): Así es. Creo que en muchas ocasiones se han originado así. Por ejemplo, no creo que sea casual que determinado medio (Canal Red), en nombre de la ética, rebotase los audios entre José Manuel Villarejo y Antonio García Ferreras justo cuando nacían como competencia a La Sexta. El audio («Yo voy con ello, pero es demasiado burdo…») llevaba tiempo pululando por ahí.
(P): ¿Cómo ves la situación mediática?
(R): Veo mucha inestabilidad. Por ejemplo, RTVE tiene una presidenta interina (Elena Sánchez). Y Telemadrid también cuenta con un presidente en funciones (José Antonio Sánchez).
(P): Pere Rusiñol denunciaba en un reciente artículo la asimetría ideológica a nivel mediática originada por los generosos anuncios de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.
(R): Ya, pero de ahí a decir que no existe libertad de expresión, media un abismo. Lo dicen sobre Florentino Pérez, que es verdad que tiene muchos medios afines, pero también sufre el antimadridismo de otros.
Aun así, recuerdo que Jaime Castellanos (Recoletos) señaló que Pérez nunca le había llamado por un artículo de Expansión, pero que no dejaba de llamar por asuntos relacionados con Marca.
(P): ¿Cómo ves el Grupo Prisa tras la muerte de Miguel Barroso?
(R): Es interesante, porque la compañía sigue marcando agenda pese a no encontrarse en su mejor momento a nivel empresarial. La portada de El País o lo que diga la Cadena SER a las 8 de la mañana sigue pesando. Nadie lo puede negar. El País sigue ocupando una función interesante, para algunos el de defensor de un Gobierno con asuntos tan difíciles como la amnistía.
Miguel Barroso parecía ejercer una especie de guía en el multimedia y todavía es pronto para saber quién va a ocupar su espacio por decisión de Joseph Oughourlian, que al menos parece haber puesto paz a nivel accionarial.
(P): ¿Cómo ves Mediapro sin Jaume Roures?
(R): Hay que ver como resuelven su marcha. No me creo que haya sido involuntaria, porque está claro que le ofrecieron quedarse sin tanta capacidad ejecutiva, y él lo rechazó. Hay que recordar que Roures y Gerard Romy fueron los fundadores de Mediapro, y ambos han salido por la puerta trasera.
Tatxo Benet se incorporó años después del nacimiento de la productora y ahora le toca dirigirla bajo la tutela el fondo chino Southwind Group. Me resulta llamativo que, tras Roures, no hayan salido más directivos.
Pero en fin, imagino que Roures seguirá en medios, de hecho edita Público a través de Display Connectors, seguirá controlando sus inversiones en diversas áreas empresariales e intentando hacer cine.
Me parece que con su desvinculación de Canal Red puede salir perdiendo Pablo Iglesias, porque creo que el proyecto tendría más fiabilidad de la mano de un empresario tan contrastado en el campo audiovisual como Roures.
Estoy seguro que Roures no se va a quedar con los brazos cruzados, porque si no hubiese aceptado la oferta para mantenerse como consejero o asesor.
(P): Mediaset también anda revuelta.
(R): Ahora se encuentra inestable tras estrenar un nuevo CEO, Alessandro Salem, enterrar a Silvio Berlusconi o encontrarse sin presidente tras la dimisión de Borja Prado, al que podría sustituir Cristina Garmendia.
Es cierto que llevan muchos años liderando en audiencia y rentabilidad televisiva, pero cuentan con varios retos por delante. Mediaset España ha disfrutado de más de dos décadas doradas en televisión y ahora han perdido el liderazgo mientras la industria está cambiando.
Prado acabó mal y Salem está apostando fuerte por los informativos sin tener aspiraciones de marcar agenda. No quieren influir, porque su tarea principal es el entretenimiento. No quieren líos políticos, eso está claro.
(P): ¿Ves factible una fusión entre Mediaset y Prisa?
(R): Lo veo complicado en materia de Competencia aunque Atresmedia, que es un gigante, tenga negocios en todas las áreas mediáticas. ¿Que si son el nuevo Grupo Prisa? Atresmedia lo abarca todo: es el alfa y el omega: Atresmedia cuenta con una cadena comercial haciendo información con tendencia conservadora como Antena 3 y dispone de la influyente La Sexta mostrándose como más cercana a los postulados del Gobierno.
Es curioso ver a Ferreras mostrarse comprensivo con la amnistía a las 12 de la mañana y Vicente Vallés, arremetiendo contra ella a las 9 de la noche. Pero funcionan con este calculado relativismo bajo la presidencia de José Creuheras, ahora que se han ‘cepillado’ a varios hijos de Lara.
(P). ¿Qué te parece que haya cinco cabeceras en papel solo en Madrid?
(R): Creo que es un caso único en Europa, pero es cierto que periódicos con escasa tirada en comparación con años atrás, ABC o El Mundo, siguen teniendo una enorme capacidad de influencia. Me sorprende que Vocento o Unidad Editorial sobrevivan con unos resultados económicos para nada dramáticos.
Ni siquiera La Sexta creo que tenga la capacidad de marcar agenda de algunos de los principales periódicos. Que por cierto, pertenecen a grupos (Vocento y Unidad Eeditorial) han ejercido o ejercen de arrendadores de majors norteamericanas que emiten en TDT sin haberse presentado a ningún concurso.