sábado, 23 noviembre 2024

Repsol y Cepsa engordarán sus balances gracias a la guerra sin cuartel en Oriente Medio

No hay lugar para la paz en Oriente Medio. El fuego, lejos de extinguirse, arde cada vez con mayor fuerza y se propaga a las facciones aledañas a Israel y Hamás, lo que, en el ámbito energético, solo puede desembocar en una dirección: un embudo en el suministro de crudo y, por ende, el encarecimiento de los carburantes. Una coyuntura que, con toda su carga trágica, se traducirá en beneficios extraordinarios para las grandes del sector, como Repsol y Cepsa.

EL AVISPERO DE GAZA IMPREGNA ORIENTE MEDIO

Hasta ahora, el cenit de la agitación petrolera se dio tras los asaltos coordinados de Hamás en territorio israelí del 19 de octubre, que propulsaron el Brent hasta los 92 dólares por barril (85,43 euros). Tras la resaca de estos hechos, que dieron inicio a la guerra, el mercado se estabilizó hasta el fondo de 73 dólares (67,78 euros) tocado el 12 de diciembre, a pesar de la devastadora represalia de Tel Aviv, aún en curso.

Sin embargo, las dudas sobre la estabilidad de la demanda global, la expansión del conflicto con la participación de los rebeldes hutíes en el mar Rojo y la proliferación de refriegas y bombardeos por buena parte de Oriente Medio -hasta en Pakistán e Irán- han puesto los precios del crudo, de nuevo, al norte de los 80 dólares por barril.

LA EXPANSIÓN DEL CONFLICTO A OTRAS ÁREAS Y FACCIONES DE ORIENTE MEDIO -INCLUSO EN PAKISTÁN E IRÁN- HA DISPARADO LA INCERTIDUMBRE RESPECTO AL CRUDO, LLEVÁNDOLO AL NORTE DE LOS 80 DÓLARES POR BARRIL

Israel ha activado el último catalizador con su negativa a la propuesta de alto al fuego cocinada entre diferentes países, que incluso contó con la participación de EEUU, aliado incondicional de los hebreos. La certidumbre de que la violencia carece de fecha de término se ha trasladado a las cotizaciones, con el Brent rozando los 82 dólares por barril (85,43 euros) al cierre de esta edición.

Desgracias aparte, en la esquina del mundo que habitamos hay una repercusión que quita el sueño: que el estornudo del petróleo degenere en una pulmonía en el precio de la gasolina. MERCA2 ha consultado a Pablo Fernández de Mosteyrín, experto de la firma de inversión Renta4, quien no descarta un regreso a la «tormenta perfecta» que disparó los carburantes tras la invasión rusa de Ucrania. El motivo es que se están mezclando en la olla los mismos ingredientes que entonces: «un petróleo más costoso y una industria del refino debilitada», detalla.

Los datos del Boletín del Petróleo de la UE son concluyentes: los carburantes se están encareciendo. En España, la última edición del boletín, correspondiente al 5 de febrero, sitúa la gasolina en 1,560 euros el litro y el diésel a 1,512 euros, frente a los 1,546 € y 1,495 € que marcaban, respectivamente, el 29 de enero; y los 1,537 € y 1,486 € del 22 de enero. Y van a seguir subiendo.

«Siendo loables los propósitos de implantación de renovables y transición energética, no se puede descuidar la industria del refino, so pena de ser dependiente energéticamente de países como Rusia»

Pablo Fernández de Mosteyrín, analista financiero de Renta4

«Respecto a los precios del diesel y la gasolina, es difícil predecir hacia dónde irán los márgenes de refino, pero no es una sorpresa que los cierres de capacidad en Europa y las sanciones a Rusia han restringido la oferta, generando las tensiones que vimos el año pasado, con márgenes de refino muy elevados», explica a MERCA2 Fernández de Mosteyrín. «Además, las disrupciones del comercio en el mar Rojo y las paradas de mantenimiento en las refinerías deberían continuar apoyando los márgenes y, por tanto, los precios de los destilados medios, en el corto plazo», dijo.

El analista tiene espacio para un ‘tirón de orejas’ a la política descarbonizadora imperante a nivel estatal y europeo: «Siendo loables los propósitos de implantación de renovables y transición energética, no se puede descuidar la industria del refino, so pena de ser dependiente energéticamente de países como Rusia».

CONTEXTO DE ORO PARA REPSOL Y CEPSA

En definitiva, no nos salva nadie de pagar más por llenar el depósito, con todas las ramificaciones negativas que conlleva para la ciudadanía y para el grueso de las empresas, el tejido productivo y, por consiguiente, la economía en su conjunto. Hay, sin embargo, un sector que va a hacer el agosto: el de las comercializadoras de combustible, por supuesto.

El analista de Renta4 es categórico al ser cuestionado por MERCA2 sobre si las turbulencias geopolíticas se traducirán en beneficios extraordinarios para Repsol y Cepsa: «Sí». Su interpretación es que se verán beneficiados en sus balances; y en el caso de Repsol, también en su capitalización bursátil. Y los resultados en el Ibex-35 de la compañía dirigida por Josu Jon Imaz le dan la razón: en lo que va de año, ha subido un 5,80%, siendo la octava cotizada que más ha aumentado. Un porcentaje que, curiosamente, es casi idéntico al incremento del 5,68% en el precio del petróleo Brent en 2024.

Repsol petroleo

EL FUTURO DEL PETRÓLEO

Fernández de Mosteyrín es comedido al valorar el devenir del crudo en el espinoso contexto actual. El especialista introduce en la ecuación el otro gran engranaje que mueve la dinamo del ‘oro negro’: los productores. «Respecto a la oferta, los esfuerzos de la OPEP+ de contener la producción de crudo se han visto más que compensados por los incrementos de producción no-OPEP, como EEUU, Brasil o Guyana, con lo que los recortes de producción implementados no han tenido el efecto deseado», recapitula. «A lo que hay que sumar los desencuentros dentro del cártel, traducidos en la salida de Angola o los habituales incumplimientos de las cuotas».

«De cara al futuro, parece que el componente geopolítico continuará presente en los próximos meses, aunque no esperamos un recrudecimiento severo del conflicto que pudiera desembocar en embargos petroleros, como los vistos durante las crisis del petróleo de los años 70″, aventura el experto.

«si el crecimiento económico en China se recupera, podríamos ver subidas adicionales en los precios del crudo que incentiven una mayor producción, incluso en países OPEP»

Pablo Fernández de Mosteyrín, analista financiero de Renta4

Fernández de Mosteyrín vaticina que Arabia Saudí, primus inter pares en la OPEP, «continuará haciendo esfuerzos por mantener el petróleo por encima de los 80 dólares por barril, en aras de mantener su balanza fiscal equilibrada. No obstante, matiza que hará falta «algún apoyo más» en el caso de que el crecimiento de la Economía mundial continúe siendo «anémico», y eso contando con que la producción externa al cártel siga pisando fuerte.

«Por el contrario, si el crecimiento económico en China se recupera, podríamos ver subidas adicionales en los precios del crudo que incentiven una mayor producción, incluso en países OPEP, lo que probablemente llevaría a Arabia Saudí a deshacer los recortes a la producción», evalúa.

El especialista concluye su conversación con MERCA2 vaticinando que la volatilidad en los precios derivada del componente geopolítico y la incertidumbre sobre la demanda continuará presente, pese a lo cual espera «continuar viendo precios en torno a los niveles actuales, entre 75 y 85 dólares por barril, en el corto plazo, aunque «quizás ahora mismo vería más riesgo al alza que a la baja».


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