En cuestiones de gustos, las opiniones son variadas, especialmente cuando se trata de dulces. Los bombones, por ejemplo, suelen ser muy apreciados por los amantes del chocolate, aunque algunos pueden preferir evitar los rellenos de menta o los que tienen guinda en su interior. Sin embargo, en el supermercado, hay una amplia variedad de opciones que tienen más seguidores que detractores.
La RAE define un bombón como una «pieza pequeña de chocolate que puede contener licor, crema u otro relleno». Su nombre proviene del francés, donde «bon» significa delicioso, haciendo referencia a esta exquisitez de la pastelería. Se cree que su origen se remonta al siglo XVIII, cuando el pastelero de Luis XIV sorprendió al monarca con frutas bañadas en chocolate, recibiendo la aprobación real con un «bon bon». Estos deliciosos bocados se popularizaron a principios del siglo XX en el mercado estadounidense.
8BOMBONES LINDOR
Lindor, conocido como «oro líquido» (Lindor es la combinación de Lindt y la palabra francesa «or»), ha estado deleitando los paladares más exigentes desde 1949. Aunque inicialmente se presentaba en forma de tableta, fue en 1969 cuando se lanzaron los famosos bombones redondos, envueltos cuidadosamente en papel rojo para evocar la Navidad. Estos bombones se destacan por su relleno ligeramente refrescante y cremoso de chocolate, además de su envoltura brillante. Los expertos aprecian la buena combinación de la fina cobertura de chocolate con el relleno cremoso. Cada bombón aporta 78 kcal y su precio es de 5,6 euros por cada 200 g.