Francia, con Emmanuel Macron a la cabeza, ha impulsado una declaración en contra de la Superliga y de apoyo a las ligas nacionales y al ecosistema del fútbol europeo que han firmado 25 países de la Unión Europea, entre los que no se encuentra España “por estar sub júdice el caso de la Superliga”, puesto que es “el único país comunitario en el que hay un procedimiento judicial abierto”.
En la declaración se recuerda “la importancia de proteger y reforzar un deporte solidario y basado en valores, en consonancia con la Resolución del Consejo sobre las características clave de un modelo deportivo europeo, adoptada por unanimidad por los Ministros de Deporte de la UE el 30 de noviembre de 2021”.
Además, la misma enfatiza que los gobiernos firmantes respaldan sin fisuras “las características clave de un Modelo Deportivo Europeo, incluida la estructura piramidal, el sistema abierto de promoción y descenso, el enfoque de base y la solidaridad, el papel del deporte en la identidad nacional, la construcción de la comunidad y las estructuras basadas en el voluntariado, así como sus funciones sociales, educativas, culturales y sanitarias”.
Los países firmantes también instan “a los órganos de gobierno del deporte a que organicen las competiciones deportivas respetando los principios de apertura, igualdad de oportunidades, mérito deportivo, relación entre el rendimiento anual en las competiciones domésticas y todas las competiciones europeas, solidaridad financiera, integridad y equidad para promover la función social del deporte y el acceso de todos a él”.
Igualmente, los 25 gobiernos que apoyan la declaración exhortan también a los organismos deportivos “a preservar estas características y valores clave y, en este sentido, a garantizar el equilibrio entre la dimensión económica del deporte y sus funciones educativas y sociales, así como la relación y la solidaridad entre los niveles de base y profesional”.
De la misma forma, los gobiernos firmantes piden que “los órganos de gobierno del deporte que se adhieran a las normas más estrictas de buena gobernanza, seguridad e integridad, contrarrestando todas las formas de discriminación, así como promoviendo y difundiendo la cultura del respeto, en sus respectivos deportes, al tiempo que reconocemos su papel fundamental en la salvaguardia de la organización de su deporte”. Por último, apuestan por “reforzar las características clave de un Modelo Deportivo Europeo como visión y marco de la UE para el futuro a largo plazo del deporte europeo» e invitan a la Comisión Europea a hacer una reflexión acerca de “las formas adecuadas de aplicar la Resolución del Consejo de 2021 relativa a la salvaguardia de la apertura de las competiciones, el mérito deportivo, la integridad, la solidaridad y los valores en el deporte”.
Fuera de la Unión Europea, el Reino Unido también ha mostrado su absoluto rechazo a modelos alternativos como el de la Superliga y actualmente se trabaja en una legislación que prohíba a los clubes británicos entrar en proyectos de este tipo, a fin de proteger su ligas nacionales, muy arraigadas en la cultura futbolística del país. Asimismo, esa legislación promoverá también medidas drásticas para controlar el endeudamiento de los clubes de la Premier League, que ronda la cifra de los 4.500 millones de euros.