Si eres de las personas que cierran la puerta de la lavadora una vez finalizado cada ciclo de lavado, te invitamos a leer este artículo y descubrir por qué esta costumbre puede ser perjudicial para el correcto funcionamiento de tu electrodoméstico. A simple vista, puedes pensar que cerrar la puerta es un gesto de cuidado o de mantener la estética en tu hogar, pero en realidad, esta práctica puede ocasionar problemas a largo plazo.
Acompáñanos en este recorrido por las razones detrás de esta recomendación y conoce las consecuencias que pueden surgir si decides ignorarla. ¡No te lo pierdas!
2¿Por qué debemos dejar la puerta de la lavadora abierta?
Uno de los problemas más comunes en las lavadoras es la acumulación de malos olores. Esta acumulación suele producirse debido a la humedad que queda atrapada en el interior de la máquina y que no puede evaporarse al cerrar la puerta de la lavadora. Este ambiente húmedo se convierte en el lugar perfecto para que las bacterias y los hongos se reproduzcan, generando así los desagradables olores que pueden impregnar nuestra ropa.
Además, el moho puede llegar a formarse en las juntas de la puerta, en el filtro de la lavadora e incluso en el tambor. Esto no solo resulta antiestético, sino que puede afectar a la eficiencia del electrodoméstico. El moho puede obstruir los conductos de agua y detergente, dificultando así que la lavadora funcione correctamente.