A lo largo de siglos, las murallas han resguardado a la humanidad de las amenazas externas. Por ejemplo, la Muralla china protegió al país de invasiones extranjeras desde el siglo V a. C. En la Edad Media, también funcionaron como símbolo de la fuerza militar y económica de un reino o para delimitar territorios bajo legislación. Sin embargo, con la llegada de la Edad Moderna y el uso de la pólvora junto a nuevas tácticas de asedio, estas estructuras fueron perdiendo gradualmente relevancia hasta volverse obsoletas.
3MURALLAS DE ALBARRACÍN, EN TERUEL
Las murallas de Albarracín tienen una rica historia que se remonta a sus orígenes como aldea visigótica alrededor de la iglesia de Santa María. En el siglo X2, se estableció el primer recinto defensivo, incluyendo la iglesia, el alcázar, la Torre del Andador y el Portal de Hierro. En el siglo XI, se ampliaron con los accesos de Teruel, Molina y el del Agua.
El año 1284 marcó un hito cuando Pedro III de Aragón conquistó Albarracín después del Sitio de Albarracín. En el siglo XIV, se llevaron a cabo importantes obras de mejora y expansión, consolidando la muralla como un elemento fundamental de la fortificación. Sin embargo, en el siglo XVIII, tras la Guerra de Sucesión Española y los Decretos de Nueva Planta, Felipe V desmanteló la fortaleza, perdiendo su función defensiva. Hoy en día, las murallas de Albarracín son parte integral del Conjunto Histórico-Monumental de la Ciudad de Albarracín, testigos silenciosos de su pasado y patrimonio cultural.