La decisión del Gobierno de Arabia Saudí de congelar el crecimiento de su producción de petróleo supone un nuevo factor de empuje al alza de los precios del crudo; sin embargo, la medida se encamina a preparar las cuentas para la contenida demanda que preconiza para 2024 la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en lugar del desbordado crecimiento del consumo presente en las previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Paradójicamente, Arabia Saudí es el miembro más prominente de esta última entidad.
LA DIRECTIVA
Recientemente, la petrolera estatal saudí, Aramco, informó de que había recibido una directiva del Ministerio de Energía del país para mantener su capacidad máxima sostenible (MSC, por sus siglas en inglés) en 12 millones de barriles por día (mb/d) y no seguir aumentándola hasta los 13 mb/d. Sin ahondar en más detalles sobre los motivos de este golpe de timón, Aramco, controlada en un 98% de su capital por el Estado saudí, agregó que tiene previsto actualizar su guía de gasto de capital cuando publique sus resultados para el año 2023, el próximo mes de marzo.
LAS PREVISIONES DE LA OPEP, QUE ANUNCIABAN UN AUMENTO EN LA DEMANDA DE CRUDO DE 2,2 MILLONES DE BARRILES DIARIOS EN 2024, FUERON DESMONTADAS POR LA AIE, QUE REDUJO A CASI LA MITAD ESE CRECIMIENTO
El 17 de enero, la OPEP agitó el cóctel del petróleo con su informe mensual, en el que reiteraba su previsión de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2024 en 2,2 millones de barriles diarios (mb/d), con un aumento de alrededor de 0,3 mb/d en la OCDE y de unos 2,0 mb/d en los países no pertenecientes a la OCDE.
Al día siguiente, la AIE entró rauda al quite desmontando por completo las previsiones del cártel del petróleo, emitiendo un vaticinio que dibujaba un mercado mundial de crudo «razonablemente bien abastecido» este año, a menos que se produzcan disrupciones inesperadas en el suministro. El augurio de la Agencia decía que la subida de la demanda mundial de crudo se frenará de manera sustancial este año, y además calculaba que el aumento del consumo de petróleo estimado será la mitad que el registrado en 2023 y quedará incluso por debajo del avance previsto en el suministro. En concreto, el aumento de la demanda en 2024 se quedará en 1,2 mb/d, según las estimaciones de la AIE.
EL MERCADO «NO NECESITA» MÁS PETRÓLEO SAUDÍ
Al cierre de este martes, el precio del petróleo Brent, de referencia en Europa, se mantenía en 82,650 dólares (76,27 euros) por barril, apenas un 0,30% más que el lunes, a pesar del anuncio de Aramco.
Según el banco Emirates NBD, con sede en Dubai, Arabia Saudí registrará un déficit presupuestario de alrededor del 4,3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2024 y necesitará más de 46.000 millones de dólares (42.500 millones de euros) en financiación. La política económica actual del reino se centra en invertir decenas de miles de millones de dólares en turismo, deportes y otros proyectos promovidos por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, con el fin de diversificar la economía y hacerla menos dependiente del petróleo.
«el mercado no necesita una capacidad de producción saudí de 13 millones de barriles al día, porque hay amplios niveles disponibles, a pesar de los recortes de la OPEP»
Amrita Sen, directora de investigación de Energy Aspects
Si bien el tope a su producción petrolera probablemente tendrá efectos a largo plazo en el abastecimiento global, los análisis descartan grandes sacudidas en el futuro inmediato. En declaraciones recogidas por Bloomberg, Amrita Sen, directora de investigación de la consultora Energy Aspects, considera que el mercado «no necesita una capacidad de producción saudí de 13 millones de barriles al día, porque hay amplios niveles disponibles», a pesar de los recortes de la OPEP al grifo productor.
«Lo que tenemos que preguntarnos es el marco temporal en que Aramco mantendrá la restricción productora», apostilla Sen.
Bloomberg también explora la interpretación de Vandana Hari, fundador de Vanda Insights, quien opina que el ‘volantazo’ de Aramco «es la señal más clara de que el reino está moderando sus expectativas de crecimiento de la demanda mundial de petróleo en los próximos años».
Respecto a la actualización de la guía de gasto de la petrolera estatal saudí, que tendrá lugar el próximo mes de marzo, RBC Capital Markets espera que la compañía reduzca su presupuesto anual en alrededor de 5.000 millones de dólares (4.600 millones de euros) respecto a las directrices anteriores. «Es importante destacar que esto también marca un cambio de tono a nivel gubernamental de uno de los mayores productores de petróleo del mundo» -evalúa uno de los analistas del banco, Biraj Borkhataria– «Y es probable que haya mucha especulación sobre las posibles implicaciones en la demanda mundial de crudo a mediano y largo plazo».