Clientes que deciden no comprar tomates a los agricultores españoles por si no llega a tiempo la mercancía o agricultores que deciden dejar todavía las naranjas en los árboles para no tener más cajas en sus almacenes a las que no puedan dar salida. Estos son algunos de los ejemplos de situaciones que están sucediendo en España por culpa del bloqueo de los agricultores franceses.
El sector agrario en Europa y en España está sumido en una frustración y malestar creciente debido a las difíciles condiciones y asfixiante burocracia que generan las normativas de la Unión Europea. Los agricultores reclaman un ambicioso plan de choque que recoja medidas a tres niveles, Unión Europea, al Gobierno de España y a las Comunidades Autónomas.
En este contexto, la crisis en el campo español no es nueva, pero las recientes movilizaciones y en bloqueo en Francia reflejan un punto de inflexión. Tanto agricultores como ganaderos que se enfrentan día a día a diferentes desafíos económicos, climáticos y burocráticos, han decidido unirse para exigir unas soluciones concretas. La falta de rentabilidad, las complicaciones en los procesos administrativos y las condiciones climáticas externas han llevado a un descontento generalizado.
LOS AGRICULTORES ESPAÑOLES SE MOVILIZAN
El día 1 de febrero de 2024, una delegación de agricultores y ganaderos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos participarán en una ‘gran’ tractorada en las calles de Bruselas, convocada por la Coordinadora Europea Vía Campesina a partir de las 11:30. El objetivo es poder llegar a las instituciones y reclamar el cese de acuerdos de libre comercio como Mercosur, las mismas condiciones para las importaciones de terceros países y una flexibilización y simplificación de la costosa carga burocrática de las normativas agrarias y medioambientales.
Por supuesto, el sector agrario español se encuentra en alerta máxima, convocando movilizaciones a lo ancho del país debido a la profunda crisis a la que se enfrenta y que para ellos está «terminando con la agricultura y la ganadería, y nosotros no podemos hacer nada si no nos escuchan», nos comentan productores del sector que se han visto afectados esos meses. Esta situación se ha visto agravada por una medida sorpresiva de Francia, que ha decidido bloquear el paso a los agricultores españoles, generando todavía más preocupación en el panorama agrícola.
EL BLOQUEO IMPUESTO POR FRANCIA HA AÑADIDO UNA CAPA ADICIONAL DE PROBLEMAS PARA LOS AGRICULTORES ESPAÑOLES
La imposibilidad de exportar productos a uno de los mercados clave ha generado tensiones diplomáticas y económicas. Este giro inesperado ha suscitado preguntas sobre la solidaridad dentro de la Unión Europea y ha llevado a los agricultores a replantearse su posición en el mercado internacional. El presidente de la organización agraria, Cristobal Aguado Laza, ha querido enviar un mensaje claro y conciso a los agricultores franceses, «Los enemigos de los agricultores europeos están en Bruselas, donde firman acuerdos comerciales con países terceros sin reciprocidad, sin estudios objetivos de impacto sobre el sector agrario europeo».
«En los últimos años, nos hemos manifestado enérgicamente, ¡pero no se nos ha escuchado! Como resultado, la situación es actualmente muy tensa en muchos Estados miembros, con los agricultores tomando las calles, ya que la supervivencia de la agricultura familiar europea, tal y como se conoce hoy en día, está en peligro», un trozo de la carta que han enviado desde el COPA y la COGECA a la presidenta de la Comisión Europea con el fin de solicitar una reunión para solucionar todas está problemática.
LOS PROBLEMAS DE LA AGRICULTURA
La crisis en el sector agrario español y el bloqueo por parte de Francia son desafíos que exigen respuestas inmediatas y a largo plazo. La movilización de los agricultores españoles destaca la urgencia de abordar las preocupaciones fundamentales del sector y trabajar hacia soluciones sostenibles. La solidaridad europea también se encuentra en juego, ya que la cooperación entre países se vuelve esencial para superar los desafíos presentes y futuros en la producción agrícola.
En este contexto, la Unión Europea sigue cerrando más acuerdos de libre comercio con terceros países, que agudizan los problemas de los agricultores y ganaderos de toda la Unión Europea. «Es vital recuperar la preferencia comunitaria para recuperar y garantizar nuestra soberanía alimentaria», sostienen las tres organizaciones agrarias, COAG, UPA y ASAJA. Además, la excesiva burocracia está suponiendo unos costes inasumibles para los agricultores y ganaderos profesionales y no posibilitan cumplir los objetivos en materia medioambiental.
Sin embargo, a diferencia de en España, en el país galo, su presidente, Emmanuel Macron, ya ha comunicado a los agricultores y ganaderos que tomará medidas para poder mejorar la situación en los próximos días, por el momento el sector espera este anuncio el jueves. Desde las organizaciones agrarias nacionales esperan que el Gobierne intente mantener una conversación directa con el país vecino para enfrentar la situación.
LOS TRÁMITES BUROCRÁTICOS AHOGAN A LOS PROFESIONALES DEL CAMPO
La producción agraria actual se está viendo alterada de forma radical por una serie de motores ajenos y propios que pueden desembocar en la desaparición del modelo social y profesional de agricultura. El valor de lo que producimos no llega a quienes lo producimos. La cadena no genera valor para el agricultor, más bien lo destruye con la intención de hacer desaparecer a las explotaciones familiares.
A nivel estatal, se ha llegado a un acuerdo para solicitar al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, soluciones inmediatas para abordar las problemáticas del sector, en todo aquello relacionado con las consecuencias de la sequía y la Guerra en Ucrania, precios y costes de producción, simplificación y flexibilidad de la PAC, sectores ganaderos y cuestiones laborales y de Seguridad Social.