Con la llegada del invierno, se activan la calefacción, los braseros y las chimeneas para combatir el frío. Sin embargo, el uso de estos sistemas de calentamiento también conlleva el riesgo grave de intoxicación por monóxido de carbono, un peligro invisible causado por una ventilación insuficiente, que lamentablemente cobra miles de vidas cada año en todo el mundo.
4PRECAUCIONES
En el hogar, además de contar con detectores de monóxido de carbono, es crucial seguir estas recomendaciones:
- Apaga estufas, braseros o chimeneas durante la noche o cuando estés fuera de casa, especialmente al dormir, momento en el que el riesgo de intoxicación es mayor.
- Utiliza sistemas de calefacción diseñados para espacios cerrados, como el baño.
- Nunca utilices aparatos de cocina, como hornos o fuegos de gas, como fuentes de calefacción, ya que esto es una causa importante de intoxicación por monóxido de carbono.
- Mantén una buena ventilación en casa, asegurándote de tener un flujo constante de aire fresco para prevenir acumulaciones peligrosas de gas.
- Es esencial someter a revisiones periódicas a estufas y calefactores, y las chimeneas que dejen manchas azuladas en las paredes pueden indicar fugas de gas, siendo motivo de sospecha.
- Los braseros y estufas de queroseno representan un riesgo grande de generación de monóxido de carbono y no se recomiendan en áreas donde se vaya a dormir.
La amenaza de intoxicación por monóxido de carbono es más tangible de lo que se suele pensar. Vale la pena tomar medidas preventivas, incluyendo una ventilación adecuada en los hogares, para protegerse contra este peligro.