Con la llegada del invierno, se activan la calefacción, los braseros y las chimeneas para combatir el frío. Sin embargo, el uso de estos sistemas de calentamiento también conlleva el riesgo grave de intoxicación por monóxido de carbono, un peligro invisible causado por una ventilación insuficiente, que lamentablemente cobra miles de vidas cada año en todo el mundo.
3SEÑALES DE ALERTA
Si experimentas dolores de cabeza, náuseas, vómitos o aumenta la debilidad y el cansancio al utilizar un sistema de calefacción a gas, considera la posibilidad de intoxicación por monóxido de carbono. Ante estos síntomas, ventila la habitación abriendo puertas y ventanas, no subestimes los síntomas como un simple dolor de cabeza y evita quedarte dormido.
Si los síntomas persisten, busca atención médica de inmediato. Además, es fundamental revisar la instalación con un profesional para asegurarse de que no haya fugas de gas. La prevención es esencial, y aunque muchos subestiman la importancia de las medidas de seguridad, es fundamental tomar precauciones, especialmente durante la temporada de invierno, para evitar situaciones potencialmente mortales de intoxicación por monóxido de carbono.