En general, el Servicio de Estudios de Mapfre prevé una mejora en la rentabilidad del sector, que se había visto deteriorada en los últimos años por el repunte de la inflación, por las revisiones al alza de las primas de seguros y la moderación en el crecimiento de los costes de las aseguradoras. Los ingresos financieros de las carteras de inversiones de las aseguradoras contribuirán a esa mejora de la rentabilidad.
«El sector asegurador seguirá notando el impacto del endurecimiento financiero, por lo que Mapfre Economics anticipa una disminución en la suscripción de seguros de No Vida debido a la desaceleración cíclica, con un aumento del 5% promedio entre 2024 y 2025 a nivel mundial frente al 7,1% esperado para 2023″. Según estima, «el rendimiento del negocio de Vida ahorro, por su parte, dependerá de la actividad económica y del entorno de tipos de interés, y se espera que este ramo se beneficie de unos tipos lo suficientemente altos para generar nuevo negocio, a pesar de las bajadas previstas. Así, el negocio de Vida en su conjunto registrará un crecimiento cercano al 7%».
Mapfre y otros países del entorno
La economía española ha mostrado una mayor resiliencia que otros países del entorno, pero el efecto del endurecimiento monetario ya empieza a notarse. Así, Mapfre Economics, el Servicio de Estudios de Mapfre, advierte de un debilitamiento del crecimiento nacional, que pasará de crecer el 2,5% en 2023 a un 1,4% en 2024, para remontar posteriormente y registrar un incremento del 1,8% al año siguiente. Así lo señala en el ‘Panorama económico y sectorial 2024’, publicado por el Servicio de Estudios y editado por Fundación Mapfre.
El consumo y la inversión se desacelerarán hasta que las condiciones financieras vuelvan a ser más benignas. La inflación también se frenará este año y se situará en el 2,4%, aún sin llegar al nivel objetivo fijado por el Banco Central Europeo (BCE) del 2%, que se alcanzará ya en 2025. Respecto a los riesgos para la economía española, el Servicio de Estudios de Mapfre identifica el endurecimiento monetario, la desaceleración en la construcción y en la contratación de hipotecas y la espera en la inversión industrial y el crecimiento en turismo y exportaciones, entre otros.
El consumo y la inversión se desacelerarán hasta que las condiciones financieras vuelvan a ser más benignas
En referencia a la economía mundial, se prevé cierto declive en el crecimiento global durante 2024, que será del 2,3%, seguido de una moderada recuperación en 2025 hasta el 2,6%. Pese a esa mejora, Mapfre Economics explica que seguirá por debajo tanto del potencial como del promedio de las últimas décadas. La inflación seguirá su senda bajista y acabará 2024 previsiblemente en el 4,4%, para el año siguiente desinflarse aún más hasta el 3,3%. Este freno en la subida de los precios, unido al debilitamiento del crecimiento, ofrece una imagen menos estanflacionaria que la de ediciones anteriores de este informe, así como un balance de riesgos más equilibrado y controlado por los bancos centrales.
La contribución al crecimiento global de Estados Unidos disminuirá este año, aunque las economías desarrolladas seguirán teniendo un mayor protagonismo que las emergentes en este sentido. Así, se espera que la potencia crezca un 1,1% este año y un 1,5% en 2025, sin descartar mayores avances en materia de inflación debido a la desaceleración de la demanda y una menor impacto de los problemas de la oferta. La Eurozona seguirá en situación de estancamiento, con previsión de que la actividad económica siga siendo deficiente y carente de motores claros de crecimiento, aunque podría comenzar una recuperación gradual en la recta final del año o comienzos de 2025. MapfreEconomics anticipa un aumento del PIB del 0,6% en 2024 y del 1,6% al año siguiente.
la contribución al crecimiento global de Estados Unidos disminuirá este año, aunque las economías desarrolladas seguirán teniendo un mayor protagonismo que las emergentes en este sentido
Asia presenta una dinámica de inflación menos cómoda, aunque esta seguirá siendo compatible con tasas de crecimiento “aceptables” y se mantendrá como principal amortiguador del crecimiento global, con una previsión del 4,5% para este año y del 4,1% para el que viene. En cuanto a Latinoamérica, se verá afectada por la menor demanda exterior, lo que se reflejará en el crecimiento de este año, que será previsiblemente del 1,4% y del 2,2% para el que viene.