El tema a debatir son los motores de combustión. En los últimos años, el debate sobre la protección del medio ambiente y la búsqueda de alternativas sostenibles ha cobrado una relevancia sin precedentes. En este contexto, se ha especulado bastante sobre la posible prohibición de los motores de combustión en la Unión Europea, lo cual generaría un impacto significativo en la industria automotriz.
2De momento, los motores de combustión se quedan
Se plantean varias opciones para la gestión de los vehículos residuales con motores de combustión. Una de ellas es la de incentivar el achatarramiento de estos coches, ofreciendo ayudas económicas a los propietarios que decidan deshacerse de ellos de manera responsable. Estas ayudas podrían destinarse a la adquisición de un vehículo eléctrico o de hidrógeno, fomentando así la transición hacia una movilidad más sostenible.
Otra opción sería la de permitir la transformación de estos vehículos residuales con motores de combustión en coches eléctricos o de hidrógeno. Esto conllevaría la adaptación de los motores y sistemas de propulsión de los coches para funcionar con energías más limpias. Se trata de una medida que podría ser costosa, pero que permitiría prolongar la vida útil de estos vehículos y reducir su impacto ambiental.